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Sin duda, el año 2020 ha dado un vuelco total a la manera de vivir de todo el planeta. La pandemia del Covid 19 ha sido devastadora afectando hasta ahora a millones de personas y dejando lamentablemente miles de fallecidos, pero también ha dejado en evidencia grandes fallas en el sistema mundial y la necesidad urgente de mejorar los procesos en diferentes ámbitos. Uno de ellos ha sido el educativo.
Residuos30/06/2020
El retorno a la llamada nueva normalidad podría tomar hasta un año y será preciso un cambio para adaptarse a un nuevo estilo de vida, y por ende, a un nuevo funcionamiento de los métodos educativos para retomar las actividades, pues hay muchos problemas que deberán ser enfrentados para lograr la eficacia en el desarrollo escolar.
Todas las instituciones del mundo tendrán que apegarse a partir de ahora al cumplimiento de medidas estrictas de sanidad para poder reanudar sus actividades, la vuelta al cole, donde convergen la mayoría de niños y adolescentes gran parte del día, deben adaptarse a una normalidad que implica fomentar un desempeño mucho más sostenible en pro de la calidad de vida de toda la población y sobre todo de las nuevas generaciones.
Los especialistas en salud han advertido que, al menos a corto plazo, nada volverá a ser como antes. Con el obligado cambio de hábitos derivados del distanciamiento social, la pandemia ha forzado la disminución del tráfico en las principales ciudades del mundo, lo que en poco tiempo ha logrado mostrar un efecto positivo en la reducción de la contaminación del medio ambiente.
Esto a su vez se traduce en una mejora tanto de la salud de las población como del planeta y sus recursos naturales. De hecho, la naturaleza rápidamente parece recuperar los espacios que ha perdido frente a la actividad humana.
Organismos como la UNICEF y la UNESCO han estado de acuerdo al determinar que para que las escuelas vuelvan a abrir definitivamente se deben adaptar a nuevas medidas en materia de salud, nutrición, saneamiento y desarrollo sustentable, para enfrentar los factores de riesgo. Pero también es necesario que los estudiantes puedan sensibilizarse con la situación y comenzar a optar por un estilo de vida mucho más consciente con su hábitat.
Por ejemplo, una de los desafíos que ha presentado la pandemia es el problema de los residuos de mascarillas y guantes, pues la demanda de estos artículos en su mayoría desechables y de un solo uso, se ha multiplicado durante esta crisis generando un grave foco de contaminación, pues no son reciclados ni existe actualmente una infraestructura suficiente y adecuada para poder recuperar o transformar este tipo de materia prima.
Hoy por hoy la eliminación de esa gran cantidad de residuos requiere de una gran cantidad de energía para su incineración, lo que provoca emisiones de gases contaminantes a nuestra atmósfera.
Ante este problema, una buena manera de contribuir a enfrentar esta dificultad es que como parte de la nueva normalidad, desde las escuelas se promueva la eliminación adecuada de este tipo de objetos y el uso de productos más ecológicos con el fin, no solamente de prevenir que se extienda la propagación del coronavirus, sino también de cuidar nuestro ambiente natural siguiendo una serie de pautas para poder reciclar de la manera correcta.
Otros de los aspectos importantes a tomar en cuenta dentro de la nueva normalidad dentro de los colegios es trabajar para que la contaminación no vuelva estar en los niveles que se registraban previamente a la pandemia. Para ello, es preciso que los estudiantes se conviertan en agentes promotores del desarrollo sostenible. Por ejemplo, fomentando la reducción del uso del plástico, impulsando además el cambio hacia otro tipo de material escolar más amigable con el ambiente y que permita cumplir los objetivos ecológicos mundiales durante los próximos años.
Asimismo, se hace necesario que se refuerce la promoción de una alimentación más saludable desde los primeros años de la escuela. Esto implica no solamente fomentar dentro del sistema educativo prácticas alimenticias que sean más beneficiosas tanto para la salud humana como para la preservación del medio ambiente, sino también que se garantice el óptimo funcionamiento de los programas de alimentación y nutrición de manera más equitativa y constante en los colegios, con el objetivo de garantizar la reducción de los problemas de salud y la adecuada atención a derechos fundamentales como la salud y alimentación de los estudiantes.
Sin duda, esta crisis está representando una nueva oportunidad para que, a través del sistema educativo, hacer que las generaciones en crecimiento se conviertan en verdaderos agentes de cambio que permitan la restauración y el desarrollo sostenible de nuestro planeta.
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Fuente: Eco Inventos

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