
Incendios en la Patagonia: Greenpeace alertó por la peor temporada en 30 años
Un informe de Greenpeace Argentina alertó que los incendios forestales entre octubre de 2024 y marzo de 2025 fueron los peores de los últimos 30 años.
Están conectados a través de las raíces, y pueden distinguir las raíces de otras especie e, incluso, de los diferentes ejemplares de su misma especie. Un bosque es un superorganismo, como un hormiguero.
Sí, porque juntos crean un clima local equilibrado. Cada árbol es importante para la comunidad y el bosque actúa en consecuencia: a los ejemplares enfermos el resto les proporciona los nutrientes necesarios para que sanen.
Pueden competir ferozmente con otras especies, pero también entablar amistad y vigilar que ninguna rama demasiado gruesa crezca en dirección del otro. Los árboles igualan sus debilidades y sus fuerzas. A través de las raíces tiene lugar un intercambio activo. El que tiene mucho cede y el que tiene poco recibe ayuda.
A través de las raíces sus madres entran en contacto con ellos y les proporcionan azúcar y otros nutrientes. Podría decirse que los árboles bebé son amamantados.
Los adultos forman ese espeso techo sobre el bosque y sólo dejan pasar un tres por ciento de luz para que los pequeños no crezcan demasiado rápido, es lo que los expertos forestales desde hace generaciones llaman educación.
El crecimiento lento es condición para que luego se alcance una edad avanzada. La ciencia ya no discute la capacidad de los árboles para aprender, queda por resolver dónde almacenan lo aprendido y cómo lo rescatan.
Muchos botánicos sostienen que en las puntas de las raíces tienen estructuras similares al cerebro. De hecho sabemos que los árboles tienen memoria, son capaces de registrar y distinguir las temperaturas en ascenso de la primavera de las que están en descenso durante otoño.
A su manera también lo hacen. Mediante sustancias odoríferas se comunican. Cuando se aproxima un peligro, la acacia avisa a sus congéneres emitiendo etileno, un gas de aviso.
Sueltan sustancias tóxicas para prepararse. También envían avisos mediante señales eléctricas a través de las raíces y de las redes de hongos, que son como nuestro sistema nervioso.
Por desgracia nuestras plantas de cultivo han perdido la capacidad de comunicarse. Son mudas y sordas, y por tanto muy vulnerables a los insectos.
Gritan. Según investigaciones del centro de investigación confederado de los bosques de Suiza que registraron los tonos de ultrasonidos, los árboles emiten determinadas vibraciones cuando el agua escasea.
Igual que en las plantaciones forestales, debido a la poda y plantación las raíces quedan dañadas para siempre y ya no pueden formar una red. Se comportan como niños de la calle. Básicamente les falta el bosque, la comunidad, la educación: nadie que les castigue si crecen demasiado deprisa o torcidos privándoles de luz.
Si se retira una gran parte de las ramas se reduce la fotosíntesis y en consecuencia una gran parte de las raíces mueren de hambre, en esas zonas muertas penetran los hongos.
Hemos estado considerando y tratando la naturaleza como si fuera una máquina, pero en un puñado de tierra del bosque hay más seres vivos que seres humanos sobre la Tierra.
Sí, mi trabajo consistía en gestionar bosques como si fueran madera, con los años empecé a mirar de otra manera. Hoy estoy convencido de que existe una comunidad de bosque en el que cada ser vivo tiene su papel.
Todo lo que le cuento no es una chifladura, se basa en investigaciones científicas realizadas también por la Universidad de Aquisgrán, la Columbia Británica y la Sociedad Max Planck. Y todas esas investigaciones apuntan a que nuestra gestión de los bosques es muy errónea.
Los estudios afirman que los árboles viejos son mucho más productivos que los jóvenes, e importantes aliados en el tema del cambio climático, así que revitalizar los bosques es un error.
Sí, necesitamos más bosques salvajes, dejar que los árboles crezcan con el espacio intermedio que ellos eligen. Y no hay que temer a la maleza, en las reservas en las que hace 100 años los humanos no hemos intervenido la densa sombra y la hojarasca impide el crecimiento de hierbas y matojos.
Además de filtrar el aire los árboles desprenden sustancias, pero no son las mismas en una vieja reserva forestal que en una plantación artificial. Con la hojarasca se transportan hasta el mar a través de ríos ácidos que estimulan el crecimiento del plancton, el primer y más importante eslabón de la cadena alimentaria.
Fuente: La Vanguardia (.com)
Un informe de Greenpeace Argentina alertó que los incendios forestales entre octubre de 2024 y marzo de 2025 fueron los peores de los últimos 30 años.
Un informe de FAPESP indica que, aunque la deforestación se redujo en Brasil, la degradación del suelo aumentó significativamente. Este fenómeno tiene implicancias severas para la biodiversidad
Los especialistas son optimistas y creen que si se mantienen las políticas públicas, Brasil podría erradicar la deforestación en cinco años
La Amazonía guayanesa, al sur del río Orinoco, conserva el 85 % de sus formaciones boscosas, pero se trata de una zona donde la recuperación ante cualquier disturbio, como minería y deforestación, es sumamente lenta
El Ministerio de Ambiente está explorando con inteligencia artificial para identificar a los determinadores de delitos ambientales
Los incendios forestales tienen en alerta a Argentina
Bruselas aplicará nuevas exigencias de trazabilidad ambiental desde 2026. El campo argentino advierte que se trata de una decisión sin fundamentos técnicos con impacto comercial
El blanqueamiento dañino de los corales del mundo ha aumentado hasta afectar al 84% de los arrecifes oceánicos, en el evento más intenso de su tipo registrado en la historia, anunció el miércoles la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral (ICRI)
Organizaciones, estudios científicos y movimientos continúan trabajando para priorizar cuáles son los problemas más importantes a resolver con las herramientas que tenemos al alcance
Un llamado urgente a la acción global para salvar los ecosistemas y el futuro del planeta