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El primer prototipo data de 1952, cuando escaseaba el combustible. No se han conservado unidades ni del Z-601 ni del Z-602, ambos prototipos eléctricos.
Movilidad y transporte28/03/2020Cuando rebuscamos en nuestro pasado, vemos que hasta nuestro país hizo sus incursiones en la movilidad eléctrica. Nos hemos fijado en el Pegaso Eléctrico, también conocido como Pegaso “Mofletes”, igual que sus hermanos gasolina y diésel. Los prototipos eléctricos, Z-601 y Z-602, nacieron como consecuencia de la escasez de combustible de los 50. Pero quedaron sólo en eso: prototipos.
Da la impresión que la historia nos ha ido enfrentando constantemente a episodios en los que ha sido responder con soluciones revolucionarias. Y la automoción no se ha librado. Durante los periodos de guerra, incluso después, la escasez de combustibles y de materias primas era notable. Como lo era la imperiosa necesidad de transportar personas, civiles y soldados, material militar, etc.
Lo cierto es que la movilidad eléctrica, así lo hemos dicho otras veces, parece haber sido una opción constante. En esa línea, el Pegaso Eléctrico, la respuesta para un momento en el que se necesitaba una idea innovadora. Derivado del Pegaso II, el Eléctrico también tuvo el apodo de “Mofletes”, motivado por su característica cabina chata.
En 1940, un decreto del gobierno instaba a la industria nacional a hacer frente a la creciente demanda nacional de vehículos industriales. Entonces, calcularon que el país necesitaba más de 15.000 unidades anuales. Alfa Romeo, Fiat y Saurer estuvieron interesadas en la oferta de fabricación, pero Hispano-Suiza era una empresa nacional y contra eso no podían competir. Iveco tiene en YouTube vídeos con la historia de Pegaso, el segundo de los cuales habla del Eléctrico.
En ese momento, Hispano-Suiza desarrolló un autobastidor industrial para 7 toneladas, que era lo que exigía el decreto. Se trataba del modelo 66, apto para camión y para carrocerías de autobuses. Entonces Hispano-Suiza estaba contemplando la fusión con Alfa Romeo. Sin embargo, el desarrollo del nuevo bastidor y el interés del INI (Instituto Nacional de Industria) acabaron con la fusión.
El INI, entonces, creó ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones) y obligó a Hispano-Suiza a vender su rama de vehículos industriales, incluidas las instalaciones. Como el INI no adquirió la marca, la empresa registró el nombre de Hispano para sus modelos, que después se convertiría en Pegaso. Y su emblema, el caballo alado.
El Pegaso I, el heredero de esta historia, se construyó sobre la base del Hispano-Suiza 66G. El camión estaba propulsado por un motor de gasolina. Poco después, en 1947, llegaría el Pegaso II Z-203, la evolución del primero. Como curiosidad, llevaba el volante a la derecha para mejorar la visibilidad de la cuneta, puesto que los camiones tenían prohibido el adelantamiento.
Y más tarde, en 1949, el Pegaso II Diésel. Estaba basado en el Hispano-Suiza 66D, pero incorporaba una bomba de inyección directa producida bajo licencia Bosch. Tenía una potencia similar al de gasolina, pero con menor consumo.
Entonces apareció el primer prototipo del Pegaso Eléctrico. Los problemas de falta de combustible de la época hicieron posible esta unidad, basada en el Mofletes.
El Pegaso Z-601 incorporaba un sistema de propulsión eléctrica. Fue desarrollado en el año 1952 sobre el chasis de un Mofletes diésel. Equipaba un paquete de acumuladores eléctricos de origen francés. Su peso en vacío llegaba a las 9,2 toneladas, reduciendo la capacidad de carga a las 6 toneladas por culpa de los acumuladores.
Se diferenciaba estéticamente del Mofletes normal por tener las baterías en los laterales, entre los dos ejes, con la inscripción “Pegaso Eléctrico“. Y además, porque llevaba una moldura cromada en forma de rayo, y en V, en lugar de la parrilla delantera del diésel.
No se han conservado unidades delos prototipos Z-601 y Z-602, pero sí alguna foto y el manual del camión. En Pegasoesmicamión hemos encontrado una copia del manual, que explicaba cómo era el camión:
“El camión Pegaso Eléctrico está construido a base del autobastidor del Pegaso Diésel de serie. Es, por lo tanto, el más moderno camión eléctrico construido y reúne los adelantos más eficientes conseguidos por la técnica de autocamión, estando dotado de gran maniobrabilidad y manejo sencillo logrados por la suavidad de su dirección, la potencia y progresividad de sus frenos y la simplificación de su equipo eléctrico”.
Tenía 14 CV de potencia, pero su rendimiento era muy alto. La velocidad máxima a plena carga era de 28 km/h (72 km/h en el Pegaso Diésel) y su autonomía, de 75 km por carga.
Sus características se especificaban en el manual:
Y también sus cualidades:
Fuente: movilidadelectrica.com
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