Petroleros y Trump: Las amenazas para un tratado global sobre plásticos

Diplomáticos y defensores del ambiente advierten que los esfuerzos de la UE y Estados insulares para limitar la producción de plástico están siendo amenazados por la oposición de los países productores de petroquímicos y de la administración de Donald Trump

Politicas Ambientales13/08/2025Marcos BachMarcos Bach
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Foto: Pexels

MARCOS BACH

Las esperanzas de alcanzar un ambicioso tratado global de “última oportunidad” para frenar la contaminación plástica se han debilitado, mientras los delegados se reúnen esta semana en la sede de la ONU en Ginebra para lo que inicialmente se planteaba como la ronda final de negociaciones.

Diplomáticos y defensores del ambiente advierten que los esfuerzos de la Unión Europea y de pequeños Estados insulares para limitar la producción de plástico virgen —derivado del petróleo, el carbón y el gas— están siendo amenazados por la oposición de los países productores de petroquímicos y de la administración estadounidense encabezada por Donald Trump.

Los delegados se reunirán oficialmente a partir del martes para la sexta ronda de conversaciones, luego de que la anterior sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5), celebrada en Corea del Sur a fines del año pasado, concluyera sin un camino claro para establecer límites a la contaminación plástica.

Desde Forbes Mexico mencionan los temas más divisivos figuran la limitación de la producción, la gestión de productos plásticos y químicos peligrosos, así como la financiación necesaria para ayudar a los países en desarrollo a implementar el tratado.

Según declaraciones recogidas por Reuters, varios delegados señalaron que Estados productores de petróleo, incluidos Arabia Saudita y Rusia, planean cuestionar disposiciones clave del tratado e impulsar medidas voluntarias o a nivel nacional, lo que dificultaría alcanzar un acuerdo legalmente vinculante que aborde la causa raíz de la contaminación plástica. Los portavoces de los gobiernos saudita y ruso no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios.

Andrés Del Castillo, abogado senior del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), organización sin fines de lucro que asesora legalmente a algunos países en las negociaciones, afirmó que ciertos Estados petroleros están incluso poniendo en duda hechos básicos sobre el impacto de los plásticos en la salud.

Estamos en un momento de revisionismo, donde incluso la ciencia está altamente politizada.

Por su parte, el Departamento de Estado de EU dijo que liderará una delegación que apoyará un tratado para reducir la contaminación plástica, siempre que no imponga restricciones onerosas a los productores que puedan perjudicar a las empresas estadounidenses.

Una fuente familiarizada con las conversaciones reveló que EU busca limitar el alcance del tratado a cuestiones posteriores, como la gestión de residuos, el reciclaje y el diseño de productos.

Esta posición se presenta en un contexto en el que la administración Trump ha comenzado a revertir políticas ambientales previas, incluida una determinación sobre los efectos perjudiciales para la salud de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Más de mil delegados, incluidos científicos y representantes del lobby petroquímico, asistirán a las conversaciones, lo que ha generado preocupación entre quienes abogan por un tratado ambicioso. Temen que la influencia de la industria lleve a un acuerdo debilitado, centrado únicamente en la gestión de residuos en lugar de abordar la producción.

La industria petroquímica ha declarado que continúa apoyando un tratado global y ha instado tanto a la administración como al Congreso de Estados Unidos a participar activamente en las negociaciones.

Stewart Harris, portavoz del Consejo Internacional de Asociaciones Químicas, señaló que EU tiene una oportunidad única “no solo en la mesa de negociaciones, sino también en la implementación del acuerdo”, para fomentar el uso de nuevas tecnologías en el reciclaje mecánico y el reciclaje avanzado, que convierte desechos plásticos en combustibles a escala global.

Estados insulares vulnerables

La OCDE estima que la producción de plástico podría triplicarse para 2060 si no se adoptan medidas urgentes, lo que provocaría una mayor asfixia de los océanos, afectaciones a la salud humana y un aceleramiento del cambio climático.

“Esta es realmente nuestra última gran oportunidad. A medida que aumenta la contaminación, crece la carga para quienes son menos responsables y tienen menos capacidad de adaptación”, declaró Ilana Seid, representante permanente de Palau y presidenta de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS).

Los pequeños Estados insulares se ven particularmente afectados por los residuos plásticos que arriban a sus costas, amenazando sus economías pesqueras y turísticas. Por ello, insisten en la necesidad urgente de financiamiento internacional específico para limpiar la contaminación existente.

“Los plásticos son un problema para la salud humana porque contienen alrededor de 16 mil sustancias químicas, y se sabe que una cuarta parte de ellas son peligrosas para la salud”, explicó la Dra. Melanie Bergmann, del Instituto Alfred Wegener de Alemania.

Jodie Roussell, directora global de asuntos públicos del gigante alimentario Nestlé y miembro de una coalición de 300 empresas que apoyan un tratado para reducir la contaminación plástica, dijo que armonizar las regulaciones internacionales sobre reducción de envases y uso sostenible de materiales sería la vía más rentable.

El político francés Philippe Bolo, miembro de la Coalición Interparlamentaria Mundial para Poner Fin a la Contaminación Plástica, advirtió que debe evitarse un tratado débil y diluido que se enfoque exclusivamente en la gestión de residuos.

Bolo, junto con una fuente diplomática de uno de los países asistentes, señaló que, como último recurso, podría explorarse la posibilidad de una votación o incluso de un acuerdo separado entre países con posturas más ambiciosas.

No estamos aquí para conseguir algo sin sentido… Lo que queremos es un tratado efectivo, que incluya a todos y, por tanto, cuente con el compromiso de todos.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medio Ambiente

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