Hermanos colombianos hacen ropa de playa con plástico sacado del mar

Conozca al par de hermanos de Envigado que crearon una empresa familiar que le apuesta a la mano de obra de las abuelas y al cuidado del medio ambiente

Residuos27/11/2020
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Aunque Daniel Velásquez Agudelo es comunicador social – periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana y no se considera como tal, su hermano Juan Camilo reconoce que si no fuera por su trabajo en redes sociales Bohíoplaya no sería ni la mitad de lo que es hoy: “Así no lo crea, él es un comunicador ni el berraco”.

Sin embargo, hace varios años este músico empedernido renunció a su profesión para dedicarse de lleno a girar alrededor del mundo con La Fragua, una banda dedicada al género ‘Caribe psicotropical‘ en la que él era el cantante.

“Fuimos a México, Cuba y Estados Unidos, mientras le íbamos haciendo fuerza a la agrupación también se la hacíamos a la parte del ‘styling’ y vistiendo la banda fue que nació mi interés por la moda y una idea de negocio”.

Comenzó vendiendo camisas estilo playero hechas por doña Beatríz, una abuelita que al día de hoy todavía hace las prendas de la marca.

“Bohíoplaya nace en el 2015 como una expresión del sentir tropical. En nuestras prendas buscamos revivir el alma y la esencia de los juglares y grandes ídolos musicales como Joe Arroyo, Piper Pimienta, Diomedes Díaz, Santana, Hendrix y demás artistas que se convirtieron no solo en íconos de la música sino también de la moda”.

Todo lo que comercializa Bohíoplaya es elaborado por adultas mayores que reciben pagos y condiciones justas de empleo.

Asimismo, Daniel se empeñó en generar un bajo impacto ambiental, “al principio hacíamos pocas prendas de alta costura con materiales de calidad para que duraran más tiempo, hasta mi hermano (negociador internacional y magister en Gerencia de Mercadeo y Comercial) se asoció a la empresa y comenzamos a investigar en otras opciones de moda sostenible“.

Al día de hoy, la empresa lleva 30.000 botellas de plástico recicladas convertidas en prendas y Daniel se encarga de la parte creativa y Juan Camilo de la administrativa.

“Cuando llegué la marca vendía 5 millones mensuales y para sorpresa de nosotros al mes siguiente, con la introducción de nuevos productos para playa y la apertura de un punto de venta físico, vendimos 30 millones. Definitivamente Daniel y yo nos complementamos muy bien y somos muy coherentes con lo que nos apasiona”.

Fuente: Gente (.com.co)

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