Inédito y alarmante: llueve en la cima de Groenlandia

La lluvia es un hidrometeoro habitual en Galicia. La media anual en la comunidad es de unos 1.200 litros por metro cuadrado, una cifra que le permite estar entre las regiones más lluviosas del mundo. Estamos tan acostumbrados a ella que a veces olvidamos que hay zonas del planeta donde apenas existe. La definición de desierto es un lugar donde las precipitaciones anuales son inferiores a 254 milímetros. Por ejemplo, en Atacama (Chile) cuando el agua cae del cielo se considera un milagro. Los episodios de precipitación medibles, cuando se acumula al menos un 1 litro por metro cuadrado, ocurren una vez entre 15 y 40 años. En los polos de la Tierra la lluvia también es un evento muy inusual. En la Antártida la media anual es de unos 200 litros por metro cuadrado, pero cae en forma de nieve. Solo en verano y en las zonas costeras se puede ver algo de agua líquida precipitándose.

Lo mismo se puede decir de Groenlandia. Sin embargo, hace una semana tuvo lugar un evento único en al menos 43 años, cuando empieza la serie histórica de datos en la estación cumbre de la National Science Foundation, situada a 3.216 metros de altitud. El pasado 14 de agosto se registraron en el pico más alto de la isla temperaturas por encima del punto de congelación durante nueve horas. Los científicos que manejan los datos de la estación aseguran que es la tercera vez en la última década que se alcanzan valores tan altos, pero añaden que nunca antes había llovido.

La configuración atmosférica que generó este acontecimiento meteorológico inédito fue un corredor de vientos del sur que formaron una baja presión sobre la isla de Baffin y alta presión de aire al sureste de Groenlandia y que canalizó aire cálido y húmedo.

La combinación de lluvia de agua líquida y las altas temperaturas provocaron un derretimiento súbito y masivo del hielo. No es el primero este verano. En su punto máximo, el derretimiento abarcó 872.000 kilómetros cuadrados. «Solo 2012 y 2021 han tenido más de un evento de derretimiento de 800.000 kilómetros cuadrados de extensión», reconocen desde el NSIDC, un centro de referencia e información de los Estados Unidos en apoyo de la investigación polar y criosférica.

Esta anomalía evidencia que los polos se están calentando mucho más rápido e intensamente que el resto del planeta debido al efecto de retroalimentación positiva. El hielo tiene un albedo muy alto, devuelve al espacio el 90 % de todo el calor que llega desde el Sol. Sin embargo, debido al calentamiento global está desapareciendo y el océano que queda al descubierto en lugar de rebotar la radiación la absorbe. Esto genera un efecto doble. 

Fuente: La Voz de Galicia (.es)