
La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?
La energía eólica se afianza como una de las principales fuentes renovables a nivel mundial. Cuáles son los países que mejor aprovechan este recurso, qué proyectos destacan y con qué obras la Argentina planifica seguir potenciando esta actividad
Energía renovable29/12/2022
Marcos Bach

La energía eólica hace referencia a aquellas tecnologías y aplicaciones en que se aprovecha la energía cinética del viento. Mayoritariamente, se emplea para producir electricidad a través de aerogeneradores.
Se trata de un recurso de menor costo, renovable y limpio. Sobre todo, en contraposición con la generación eléctrica desde combustibles fósiles, ya que no provoca emisiones de gases de efecto invernadero, altamente contaminantes para la atmósfera.
El diario La Gaceta describe a un nivel global el potencial de esta energía renovable; Dinamarca lidera la producción eléctrica a partir de las tecnologías eólica y solar, las que en conjunto alcanzan una participación del 52 por ciento en la matriz energética de este país. En el ranking le sigue Uruguay, que en 2021 registraba casi el 47 por ciento de contribución desde ese tipo de fuentes.
Sin embargo, el continente Europeo se mantiene al frente en materia de generación a base de estos recursos, con Luxemburgo superando el 43 por ciento de aporte, Lituania rozando el 37, España e Irlanda en torno al 33, Portugal rondando el 31 y Alemania el 28 por ciento en sus propias matrices. A efectos de comparar, en 2021 Estados Unidos produjo 13,5 por ciento de electricidad a partir de esta clase de fuentes, aunque en 2022 alcanzó el 20.
En el país norteamericano se sitúan algunos de los parques eólicos más importantes del mundo, como el Centro de Energía Eólica Alta, con sede en California y una energía instalada de 1.548 MW; el Parque Eólico Shepherds Flat, de Oregón, con 845 MW; el Parque Eólico Roscoe, de Texas, con 781,5 MW y el Centro de Energía Eólica Horse Hollow, también de Texas, con 735,5 MW.
Entre los proyectos de gran magnitud, también se imponen Walney Extension Offshore, de Reino Unido, con una capacidad de energía eólica de 659 MW, y London Array Offshore, el parque eólico marino más extenso del planeta, con una potencia instalada de 630 MW.
En el frente latinoamericano, detrás del destacado caso de Uruguay, se ubican países como Chile, donde en 2021 las fuentes eólicas y solares lograron obtener más del 21 por ciento de la matriz, mientras que Nicaragua superó el 15 por ciento, Brasil el 13 y México el 11 por ciento.
De acuerdo a la publicación Ember, que estuvo a cargo de elaborar el ranking de países según la participación de las energías eólica y solar en cada matriz, el año pasado estos recursos consiguieron superar por primera vez el 10 por ciento de producción de electricidad a escala mundial. La marca representó un incremento del 9 por ciento respecto a 2020.
En efecto, en 2021, siete países lograron generar más de una décima parte de su electricidad a partir de energía eólica y solar, entre los que se encuentran Argentina y China.
Argentina cuenta con 57 parques eólicos en pleno funcionamiento. Según la potencia instalada, entre los más importantes figuran la Central Eólica Gastre, con 1.350 MW; Puerto Madryn I, con 220 MW y el Parque del Bicentenario, con 122 MW.
Hasta 2014, el país contaba con 271 MW de potencia eólica. El año pasado, consolidaba un hito al acumular 3.137 MW con el empuje de diversos proyectos que se concretaron en Chubut, Buenos Aires y Santa Cruz. En ese transcurso, cada una de estas provincias sumó 1.238,22, 1.174,98 y 328,67 MW respectivamente al total nacional de potencia instalada.
La tendencia alcista también resulta evidente al contemplar la generación de electricidad desde fuentes eólicas. Por ejemplo, en 2020, se produjeron 9.352,68 gigavatios-hora (GWh), mientras que en 2021 se alcanzaron los 12.771,57.
En tanto, de acuerdo a los Indicadores Principales MEM que publica Cammesa, en septiembre del año pasado el recurso eólico aportó 1.128 GWh al total nacional. Cabe señalar que en ese mes la generación de energías renovables fue de 1.605 GWh, por lo que los parques eólicos contribuyeron un 70 por ciento dentro de este tipo de fuentes.
Las mejoras se deben en parte a que entre 2020 y 2021, la empresa Powerchina encaró y completó el ambicioso Proyecto Eólico Helios, que incluyó la puesta en marcha de los parques eólicos Loma Blanca I, II, III y IV, para acumular una potencia instalada de 355 MW. Este conjunto se distribuye entre las localidades de Rawson y Trelew, de la provincia de Chubut.
En ese período, entró en plena operación comercial el Parque Eólico Miramar, perteneciente al mismo proyecto y con sede en la localidad homónima de la provincia de Buenos Aires. Esta central añadió una potencia instalada de 96 MW.
Las acciones de Powerchina, la contratista con mayor cantidad de MW en ejecución en materia de energía renovable a nivel nacional, incluyeron la construcción de tres nuevas subestaciones de 132 kV, la ampliación de una subestación de 132 kV y la colocación de nuevas líneas de transmisión por 60 km.
A su vez, dentro de la iniciativa Helios, se instalaron y activaron 109 turbinas eólicas, tareas que también estuvieron a cargo de la compañía china, actualmente la más grande del mundo en su rubro, según publicaciones como la revista Fortune.
La Secretaría de Energía proyecta que en 2030 la matriz de generación eléctrica supere los 160 teravatios-hora (TWh), con las energías renovables sumando el 21 por ciento de la producción. Se espera que la energía eólica provea un 68 por ciento de esa proporción, el equivalente a 22.905,12 GWh por año. En contraste, en 2020 se lograron 9.352,68 GWh.
Con foco en la transición energética, resulta vital seguir apostando al crecimiento de la infraestructura para el desarrollo eólico en todo el país, con particular énfasis en las regiones más propicias de acuerdo al mapa de los vientos.
Se trata de un recurso característico de la Patagonia y la Región pampeana, que entre ambas comprenden las provincias de Chubut, Neuquén, parte de la Pampa, parte de Buenos Aires, el extremo sur de Mendoza, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La excepción es la región de Arauco en La Rioja, un punto de potencial estratégico ya que, según estudios previos, posee una calidad de viento similar al norte de Europa, donde se encuentran países como Dinamarca, que lideran el ranking global. Para capitalizar esta promesa, Powerchina propulsó en la provincia la construcción de los parques eólicos de 400 MW Arauco II y III.
En estos días, continúan los trabajos en torno a las etapas 5 y 6 de 100 MW del Parque Eólico Arauco II y las etapas 1, 2 y 3 de 300 MW del Parque Eólico Arauco III, entre otras tareas con foco en seguir incrementando la participación de la energía eólica en la matriz energética argentina.

La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?

En la costa mediterránea de Francia se ha puesto en marcha un complejo eólico pionero que integra la generación de energía con la protección de los ecosistemas marinos. El proyecto, que incorpora estructuras modulares para crear hábitats artificiales, se erige como un nuevo modelo de desarrollo sostenible

Muchos países latinoamericanos dependen de los combustibles fósiles para su energía, sus exportaciones y su economía. Preguntamos a expertos sobre la descarbonización en la región


Será imprescindible pensar a las tecnologías que apuntan al uso eficiente de los recursos como una necesidad y no como un bien de lujo, ya que pueden utilizarse para equiparar brechas y generar igualdad en la sociedad

¿Deberíamos conservarlos? ¿Deberíamos descartarlos? ¿Qué tanto afectarían estas decisiones a la económica y a la cotidianeidad?



A medida que empeora la crisis climática, las y los especialistas mencionan que es cada vez más importante que los países refuercen sus informes relacionados con el clima, incluyendo la incorporación de datos más confiables

Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30, habló sobre sus expectativas para la próxima cumbre climática de la ONU en Brasil

La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?

A una década de la firma del Acuerdo de París, esta cumbre tiene la presión de pasar de los compromisos a la acción concreta, especialmente en la esfera del financiamiento

En un contexto de negacionismo creciente y desfinanciamiento estatal, esta herramienta es fundamental para fiscalizar la inacción