La contribución de Pemex a la emergencia climática: Análisis de emisiones por campo petrolero desde 1960

Nueva investigación detalla territorialmente las emisiones por extracción, procesamiento y combustión de gas y petróleo en nuestro país destacando la contribución histórica y potencial de Pemex a la emergencia climática. Investigación muestra cómo es inviable compensar emisiones de hidrocarburos simplemente reforestando, por lo que, organizaciones demandan no perder más tiempo y reencauzar esfuerzos hacia una transición energética justa. Demandan a ASEA cumplir con obligaciones legales y proveer información para mejorar estimación de emisiones.

Energía renovable24/01/2020
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La organización Cartocrítica dio a conocer una nueva investigación que detalla por campo de gas y petróleo las emisiones de gases de efecto invernadero por extracción, procesamiento y combustión en nuestro país. Estas emisiones representan el 70% del total, es decir, la dependencia en los combustibles fósiles es la principal responsable de la emergencia climática, y la contribución histórica y potencial de Pemex, es significativa.

La principal aportación de la presente investigación es presentar los datos desagregados geográficamente para visibilizar en el territorio la contribución en emisiones provenientes de la extracción de gas y petróleo en nuestro país, acumuladas y futuras, de continuar la extracción de reservas probadas y probables. “Consideramos que esto puede ser una herramienta para que las comunidades que se encuentran en zonas donde se realiza la extracción, que ya conocen los impactos en el agua, el aire y el suelo, puedan conocer los impactos también en materia de cambio climático que tiene esta actividad” dijo Claudia Campero, de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

En México no se realizan mediciones directas de emisiones en el sector de hidrocarburos, no se tiene un sistema de inspección y vigilancia eficiente, y no se puede constatar que las instalaciones del sector se encuentren en un estado adecuado. Esto debe ser considerado al analizar los resultados de las estimaciones presentadas en esta investigación pues podrían ser mucho mayores. Para este estudio se decidió utilizar una metodología del Climate Accountability Institute para calcular las emisiones potenciales de la producción acumulada de cada campo petrolero en México (desde 1960 hasta 2019), así como las emisiones potenciales que vendrían como resultado de la explotación de las reservas conocidas (a enero de 2019) que tienen al menos cincuenta por ciento de probabilidades de ser recuperadas en México (reservas 2P: probadas + probables).

El campo con mayor número de emisiones estimadas derivadas de la producción acumulada es Akal, en aguas someras, que concentra el 26.9% de las emisiones totales, le siguen Ku y Abktaún (5.8% y 4.7% respectivamente), y el campo terrestre con mayores emisiones es Samaria, a orillas de la ciudad de Villahermosa, que acumula el 3.8%. En total, estos cuatro campos han sido responsables del 41% de las emisiones totales de Pemex. Con respecto de las reservas 2P, nuevamente es Akal el campo que más emisiones potenciales estimadas tiene, con el 12.2%, le siguen Maloob y Ayatsil también en aguas someras (7.3% y 6.8% respectivamente), seguidos por Ixachi, campo terrestre en Veracruz, que representa el 5.4% del total de las emisiones. Estos cuatro campos representan casi una tercera parta del total de emisiones potenciales para las reservas 2P.

Manuel Llano de Cartocrítica explicó: “Para facilitar la comprensión de las emisiones, y expresarlas de manera cartográfica para cada campo petrolero, se realizó de manera ilustrativa una conversión de cuántos árboles habría que plantar y mantener por 10 años, para capturar las emisiones de bióxido de carbono equivalentes generadas por la extracción y uso de los hidrocarburos de cada campo petrolero”. Para las emisiones acumuladas por extracción, procesamiento y combustión de 1960 a 2019 sería necesario reforestar una superficie equivalente a 2.02 veces la totalidad de la superficie terrestre del país, por al menos 10 años. En cuanto a las posibilidades a futuro, para mitigar las emisiones potenciales de reservas 2P se requeriría un total de 112,325.36 millones de árboles, para los que sería necesario destinar una superficie que equivale al 57% de la totalidad de la superficie terrestre de México, por al menos 10 años. Evidentemente destinar estas áreas a la reforestación es absolutamente inviable por lo que se confirma que requerimos dejar nuestra dependencia en los combustibles fósiles y realizar una transición energética justa de forma urgente.

Otras recomendaciones que surgen a partir de este estudio son para la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). La primera no está dando cumplimiento en entregar los datos públicos para la construcción del Inventario de Emisiones. La segunda debe poner públicamente, en formato de datos abiertos, la totalidad de la información y factores utilizados para sus inventarios. Además, se recomienda que el INECC trabaje con estados y municipios para realizar sus inventarios, considerando que la desagregación debería llegar al nivel de proyecto cuando se trate de grandes emisores. Esto porque la información agregada a nivel nacional no permite ver qué está ocurriendo territorialmente y generar mejores políticas públicas frente a la emergencia climática.

Fuente: nofrackingmexico

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