
La ONU pide frenar la expansión de los centros de datos que alimentan la IA porque amenazan el agua y la energía
La ONU advierte que la construcción acelerada y a gran escala de centros de datos sucede en un contexto marcado por la escasez de datos fiables sobre el consumo de agua y electricidad de estos complejos





3. Revertir los procesos de privatización y externalización de la sanidad y del trabajo social en todos los niveles administrativos, porque la atención primaria en un sistema de salud público financiado y provisto públicamente es la ruta más adecuada para garantizar el derecho a la atención universal y de calidad de la salud. Asimismo, exigir a los seguros y hospitales privados que asuman el coste del tratamiento del coronavirus, para que la sanidad privada se corresponsabilice de los enormes gastos que hasta este momento solo ha soportado el sistema de sanidad público y no solo sea partícipe del reparto de beneficios.

6. Facilitar las ayudas a familias a cargo de niñas y niños durante todo el periodo de cuarentena escolar: apoyo financiero, bajas por cuidados con el 100 % del salario, reducción de la jornada laboral con el salario completo, medidas para garantizar la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados y que estos no recaigan solo en las mujeres, etc. Además, facilitar ayudas a personas mayores que no cuentan con cuidados familiares y no tienen recursos para contratar ayudas profesionales para cuidados domésticos.
7. Aliviar la precariedad asociada al impacto económico de la crisis: regular el alquiler, suspensión del pago de las hipotecas e implantación de la renta básica.
9. Garantizar información fiable y que las medidas no afecten a las libertades políticas. La población ha mostrado un alto grado de responsabilidad y es importante que la crisis no vaya en detrimento de derechos políticos conquistados durante siglos.
10. Aumentar los ingresos del Estado a través de medidas fiscales que repercutan a las grandes fortunas y aumentando la lucha contra la evasión fiscal. De ninguna manera se deben aprobar medidas como rebajar impuestos a grandes empresas, pues supone socializar las pérdidas de quienes han privatizado sus ganancias. Son quienes más se han lucrado del modelo de la globalización (responsable de la expansión del COVID-19) quienes más tienen que contribuir económicamente a paliar la crisis.
11. Disminuir aquellos gastos del Estado que son fuente de insostenibilidad y no repercuten en la calidad de vida de las personas: grandes infraestructuras de transporte (desdoblamientos de autopistas, ampliaciones de aeropuertos y puertos, etc.), gasto militar (la crisis del coronavirus deja claro que la seguridad no reside en el gasto armamentístico, sino en unos buenos servicios públicos), subvenciones a líneas aéreas y rescates de autovías o bancos.



16. Mejorar la biodiversidad como una forma de incrementar la resiliencia de los ecosistemas (y con ello de nuestras sociedades), de los que formamos parte, ante infecciones y plagas, que con las dinámicas de la globalización y del cambio climático están siendo cada vez más frecuentes e intensas.
17. Localizar la economía. Fomentar sistemas económicos de cercanía que permitan que la población pueda satisfacer sus necesidades. Si algo muestra el modelo económico actual es una enorme debilidad por su capacidad para globalizar las crisis.
18. Tener presente que hay situaciones, como la emergencia climática, que generan tanto sufrimiento como el coronavirus y que merecen medidas igual de drásticas. Las medidas adoptadas deben llevarnos a cuestionar que también es necesario actuar drásticamente para realizar una transición ecológica justa y evitar males mayores y que hay mucha población empobrecida en el planeta que padece muertes evitables.
19. A modo de deseo, pero sobre todo de necesidad: cambiar el sistema. El coronavirus también pone de manifiesto la escasa resiliencia y la gran fragilidad de nuestros sistemas económicos, basados en el lucro y el consumo de recursos continuo. Un modelo que cuando “crece” genera gran cantidad de problemas: contaminación, contribución al cambio climático, pérdida de biodiversidad, injusto reparto de la riqueza y morbilidad y mortalidad ambiental y laboral. Cuando está en crisis, mejoran los índices ambientales, pero genera aún más pánico y desigualdad. La consecuencia es clara: es un modelo que ataca la vida. Ante ello no queda otra opción que poner la vida en el centro y dejar el lucro de lado.









