Bonos verdes. Los inversores se suben a la ola sustentable

Las empresas buscan alinearse con la agenda global con proyectos ambientales; YPF completó la primera colocación del año

Energía renovable14/02/2022
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El cambio climático está decididamente en todas las agendas. El peso del tema a nivel corporativo y gubernamental crece año a año y cada nueva Cumbre del Clima de Naciones Unidas (que en 2021 se realizó en Glasgow, Reino Unido) atrae más miradas y más atención. Las finanzas e inversiones, obviamente, no escapan a esa lupa.

Los inversores están más atentos a qué planes tienen las empresas, cuán sustentables son, cómo es su relación con la comunidad que la circunda y qué tipo proyectos buscan financiar cuando, por ejemplo, emiten un bono para conseguir dinero del mercado.

De acuerdo a los datos del Estudio Global de Inversores que anualmente hace la administradora de fondos Schroders a escala global, “el 74% de los encuestados están de acuerdo en que la responsabilidad de tomar medidas para hacer frente al cambio climático debe recaer en los gobiernos y reguladores nacionales y el 68% se lo atribuyen a las empresas”, explica Pablo Albina, country head para Argentina y head of investment para Latinoamérica de Schroders.

Los resultados de la parte local del estudio son similares: el 77% piensa que gobiernos y reguladores deben ocuparse del tema, y el 70% carga esta responsabilidad también a las empresas.

Por su parte, un poco más de la mitad de los inversores (el 53%) cree que los gestores de inversiones y los principales accionistas (de las empresas) son responsables también de mitigar el cambio climático, un porcentaje sustancialmente superior al 46% de 2020.

Alineados

El mercado de capitales local está alineado con esta tendencia y, lentamente, los inversores van teniendo más alternativas en proyectos y empresas que tengan proyectos compatibles con el medioambiente, pero también con la comunidad.


El año pasado se incrementaron la cantidad de emisoras (empresas) que se financiaron a través de valores negociables con impacto positivo en el ambiente y/o en la sociedad y se listaron en el panel de bonos sociales, verdes y sustentables (SVS).

señala Julieta Artal, responsable de Gobierno Corporativo y Sustentabilidad en ByMA.


En 2021 se listaron en la Argentina un total de 16 bonos en el panel SVS -en pesos y en dólares- por un total aproximado de US$2600 millones (incluido el FCI cerrado de Pellegrini para construcción de viviendas) y $200 millones.

De ese total: ocho fueron bonos “verdes”, seis entran en la categoría de bonos “social” y dos como “sustentables”

Además, hace unos días YPF colocó un bono verde por US$63,9 millones que tiene por objetivo el desarrollo de parque solar “Zonda I” en el marco de su programa de impulso a las energías renovables.

“Hay un interés creciente en las empresas por financiarse a través de instrumentos con impacto y estamos atendiendo muchas consultas. Las proyecciones son positivas”, señala la ejecutiva y pone foco en un hecho innegable: “El cambio climático es una emergencia mundial y por esa razón que existe una importante agenda global. Es necesario movilizar la financiación climática y notamos que empresas de distintas industrias están interesadas en formar parte del objetivo planteado por el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, en pos de mitigar los efectos del calentamiento global”.

Según explica Albina, de Schroders, en la Argentina “el 48% de los encuestados considera que, tras la pandemia, las cuestiones medioambientales son más importantes”.

Pasos concretos

De los bonos emitidos recientemente tanto el de Luz de Tres Picos como el de Genneia, además del nuevo de YPF, tienen foco en generar energías limpias.

En el caso de Luz de Tres Picos, la emisión sirvió para la refinanciación de pasivos originados en la puesta en funcionamiento del parque eólico San Jorge y El Mataco, vinculado al sector de energía renovable.

Por su parte, Genneia realizó un marco de bono verde para financiar o refinanciar el desarrollo, la construcción, la adquisición y el mantenimiento de proyectos de generación de energía eólica, solar, de la biomasa, hidroeléctrica a pequeña escala y de hidrógeno verde.

Zuamar y Termoeléctrica son las otras dos obligaciones negociables (ON) verdes vigentes. En este últimos caso los recursos son aplicados “al financiamiento de la construcción de una planta generadora de energía sobre la base de biomasa”, explicaron en ByMA

Números puros

Ahora bien, en medio de una mayor conciencia social y ambiental, los inversores, obviamente siguen buscando darle resultados positivos a sus carteras. El punto de inflexión, por ahora pareciera estar dado por los rendimientos. De algún modo, el inversores promedio que se interesa por esta problemática, a igual retorno se inclina por lo verde. Hay también perfiles mucho más comprometidos que aseguran no subirse a negocios que no respeten el medioambiente.

“Más de la mitad de los inversores sigue creyendo que los datos/pruebas que demuestren que la inversión sostenible ofrece mejores rendimientos los alentaría a aumentar sus participaciones”, explica el ejecutivo de Schroders y suma que en el caso de los argentinos el porcentaje de los inversores dispuestos a invertir más en proyectos sustentables con alta rentabilidad sube al 62 por ciento .

En línea con los resultados de la encuesta, otro 40% de los inversores afirmó que la presentación periódica de informes que destaquen el impacto de sus inversiones les motivaría a aumentar sus desembolsos en proyectos sustentables y, algo más de un tercio (36%) desearía ver algún tipo de certificación por parte de los gestores fondos de que garantice que sus inversiones son sustentables

¿Qué inversores son los más alineados con esta nueva tendencia? “Si bien este paradigma está mayormente impulsado por las nuevas generaciones, quienes son las más conscientes de los cambios que se deben realizar, en Schroders trabajamos para que todos nuestros clientes sepan que un enfoque sustentable es la mejor visión a largo plazo”, postula Albina.

Preocupación en alza

El tema va, poco a poco, calando hondo al punto que casi seis de cada diez inversores que participaron del Estudio Global sobre Inversiones, dijo que se sentiría cómodo con una cartera totalmente sustentable, “siempre y cuando se mantuviera el mismo nivel de riesgo y diversificación. Los inversores más jóvenes (60%) se muestran especialmente abiertos a este cambio”, subraya Albina.

Los inversores locales no se quedan al margen: el 59% de ellos se sienten cómodos adoptando este cambio. Y esta tendencia está mucho más arraigada en los jóvenes, ya que el 63% de las personas de entre 22 y 41 años son más proclives a estas iniciativas.

No es una produccion propia, la fuente es el Diario La Nacion (Argentina)

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