
La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?
En los países nórdicos, donde existe una mayor tradición de estufas de inercia, éstas son piezas protagonistas en los hogares combinando funcionalidad y estética de un modo integrado. En estos países son sinónimo de eficiencia, confort, y seguridad y son parte de su estilo de vida.
Energía renovable30/03/2020La calefacción con estufas de masa se ha utilizado desde la antigüedad. Los romanos calentaron sus famosos baños con este sistema. Los chinos y coreanos llevan usando las estufas de masa desde hace siglos. Los europeos empezaron a desarrollar este tipo de estufas hace 400 años. Los inmigrantes Rusos y Escandinavos construían estufas de masa hace 100 años en las praderas de Norte América, donde los inviernos son largos y fríos, y el combustible escaso.
Las estufas rocket son unas recién llegadas a la familia de las estufa de inercia. Sus diseños se basan en los anteriores modelos, y en los últimos 30 años se han revisado y ensayado hasta llegar a los modelos actuales con unos rendimientos espectaculares. Su diseño es distinto, siendo el principio es siempre el mismo: una carga de leña que se quema rápidamente a alta temperatura y el calor producido se almacena en una masa densa de tierra o mampostería que conforma la propia estufa.
Las estufas de masa son sistemas de mucha masa que almacenan calor. Las estufas rocket necesitan fuegos cortos (2-4 horas) y calientes (en torno a 1000ºC) que generan mucho calor. A diferencia de otros sistemas, las rockets aprovechan el calor de los gases, haciéndolos circular por el cuerpo de la estufa. Esto permite recuperar hasta el 80% del calor generado durante la combustión. A la salida del conducto su temperatura no supera los 100ºC. La estufa, una vez cargada (2 a 4 horas de fuego al día), devuelve el calor lentamente, bajo forma de radiación, a lo largo de 12-24h.
Las estufas rocket son el sistema más eficiente para calentar con leña. Son más seguras y eficientes que estufas de metal o incluso que los casetes. Su eficiencia, que en muchos casos supera el 90%, hace que no produzcan hollín. El humo liberado al exterior no es visible al no transportar partículas contaminantes no quemadas, tan sólo se libera CO2 y vapor de agua, resultado de una perfecta combustión. La no presencia de residuos y la baja temperatura de los gases emitidos, reduce a cero el riesgo de fuego de chimenea.
En los modelos actuales se puede incorporar un horno, plancha, o sistema de recuperación de agua caliente sanitaria lo que añadir aún más valor y funcionalidad a estas estufas.
La misma sensación de confort es la que se obtiene con las estufas rocket.
Las estufas rocket, por numerosos motivos, son más coherentes en viviendas unifamiliares, donde haya acceso a la madera como fuente de energía renovable y espacio para almacenarla.
Son especialmente interesantes en lugares donde el suministro eléctrico no esté garantizado (nevadas, cortes de suministro) ya que, a diferencia de casi todos los sistemas de calefacción actuales, no necesitan electricidad para su funcionamiento.
Esta independencia energética también hace su mantenimiento mucho más sencillo y económico: la limpieza de la ceniza de la caja de fuego se realiza cada dos o tres días y, una vez al año se limpian los conductos. Al no incorporar elementos electrónicos, su vida útil también es mucho más larga que la de los aparatos modernos. Se puede considerar que es una obra para toda la vida.
Por otro lado, la diversidad de sus estéticas, enriquece cualquier proyecto de decoración, brindando un elemento artesanal exclusivo, una pieza con alma, que sin duda dota de carácter cualquier espacio, convirtiéndolo en el “corazón” del hogar.
Se puede diseñar la estufa para expresar un estilo personal, dándole una terminación con acabados variados: ladrillo visto, piedra, estucos de arcilla o cal, o piezas cerámicas decorativas.
Fuente: Eco Inventos
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