En un nuevo episodio del ciclo SusTNtables, Jason Mayne siguió el recorrido de los recipientes Tetra Pak, que vuelven al mercado en forma de diferentes materias primas
Europa lleva años exportando su reciclaje de plástico. Lo que exporta en realidad es prenderle fuego
Europa y los países más desarrollados consumen más materiales plásticos que otros, pero no disponen de la infraestructura necesaria para reciclarlo
Residuos 04/06/2021La humanidad tiene un problema con el plástico. No es ninguna novedad. En 2018 la agencia medioambiental estadounidense calculaba que sólo éramos capaces de reciclar un 8,7% del plástico producido a lo largo de un año. En este proceso no todas las partes del mundo son igual de responsables.
Mantenlo prendido. Una investigación de Greenpeace en Reino Unido publicada esta semana ilustra lo que sucede con nuestro plástico cuando llega a los vertederos de otras partes del mundo. El trabajo se centra en Turquía . Desde que China pusiera fin a sus importaciones de residuos en 2017, Reino Unido y Europa tuvieron que buscar alternativas. Una de ellas fue Turquía, y en particular los vertederos de Adana. Si en 2016 los puertos británicos enviaron 12.000 toneladas de plásticos al país, en 2020 la cifra había ascendido a las 209.000 toneladas. Un 30% del total.
Y digo fuego. ¿Y qué sucede con ese plástico que sale de Reino Unido y termina en Turquía? Sobre el papel, se recicla. En la práctica, se le prende fuego. En su visita a las escombreras, la oenegé encontró restos calcinados de productos de Tesco, Aldi, Sainsbury's, Lidl y Marks & Spencer, algunas de las principales cadenas de supermercados del país. Ni las tiendas cumplen con sus supuestos compromisos medioambientales ni el gobierno británico hace negocio sostenible con el reciclaje. Lo único que Reino Unido (y Europa) han estado haciendo es externalizar la quema.
Mala idea. Sabemos que prenderle fuego a la basura no es lo ideal. El motivo principal es la contaminación. Las tan afamadas centrales de energía suecas que funcionan con basura sobrante de otros países europeos generan más emisiones que sus pares de carbón o gas natural, y hablamos de dos de las formas de generar electricidad más contaminantes que el ser humano haya ideado jamás. Quemar basura no computa como reciclar. Esto es algo que Europa y Reino Unido sabían de antemano cuando comenzaron a exportar su plástico a Turquía, por cierto. El país sólo recicla un 12% de sus residuos.
Negocio sucio. En 2018, un año después de que China cerrara el grifo de las importaciones de basura, Interpol advertía sobre el incremento de las actividades criminales relacionadas con la compra-venta de residuos plásticos y su posterior "reciclaje". Ante la inoperancia de los estados, distintas organizaciones criminales entrevieron una oportunidad en el plástico. Podían ofrecer sus servicios a cambio de llevar los residuos a países pobres, como Malasia, donde se encargarían de procesarlos. Este procesado no era sino un eufemismo consistente en quemarlos.
Cerrando puertas. Mientras Europa vivía ajena a todo esto, Malasia observaba cómo su costa y puertos se convertía en una consecución infinita de vertederos ilegales. En 2019 el gobierno malayo seguía los pasos de China y ponía fin a las importaciones de residuos plásticos desde Europa. España lo descubrió en sus carnes cuando un año después seguía topándose con barcos cargados de basura de vuelta de la otra punta del mundo. Barcos, en su mayoría, cargados de plásticos "ilegales", tóxicos, cuyo reciclaje es imposible, y cuya comercialización no está permitida.
Las autoridades malayas se habían cansado de que su país se convirtiera en el vertedero del mundo desarrollado. Otros países, como Filipinas o Vietnam, afrontan similares dilemas.
Sin solución. Cuatro años después de que el gobierno chino se hartara de nuestra basura, Europa sigue sin saber qué hacer con todo el plástico que genera. No cuenta con la logística necesaria para reciclarlo en su totalidad (en España las cifras reales sobre su reciclado, exportaciones mediante, son una nebulosa indescifrable) y en torno al 70% no tiene una segunda vida (la mitad de la basura sobrante se marcha para Asia). Todo esto mientras los propios vertederos europeos queman el 40% que llega a sus manos. Un quebradero de cabeza al que seguimos sin encontrar remedio.
Fuente: Magnet Xataka (.com)
La competición se llama SPOGOMI y hay reglas para recoger la basura, ya que no todo vale. Las colillas valen más en caso de empate
Por Raphael Morán. La nueva norma se suma a la prohibición de las bolsas de plásticos y de los cubiertos desechables. RFI habló con clientes de un supermercado de París que opinan sobre la medida
Japón lanzará el primer satélite de madera para enfrentar la crisis de basura espacial
Pronto estaremos viendo el lanzamiento del primer satélite de madera, una iniciativa que promete cambiar la exploración espacial
Consumo responsable: el planeta está al límite y nos exige cambios rotundos en nuestros hábitos
Si hablamos en números, consumimos un 70% más de los recursos naturales que podemos producir anualmente. La situación subraya la urgencia de modificar nuestra relación con la naturaleza
Los desechos orgánicos que se pudren en los basurales generan el 20% de las emisiones humanas de gas metano, uno de los más contaminantes
¿Cómo se adaptarán al cambio climático las ciudades, ante el aumento en la frecuencia de eventos extremos?
Frente a un fenómeno global sin precedentes, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático destacó la creciente exposición y vulnerabilidad de los centros urbanos. Un llamado a la acción para 4.200 millones de personas que viven en riesgo
Las 5 ciudades sudamericanas que quedarían bajo el agua en el 2100
Cinco importantes ciudades de Sudamérica podrían quedar sumergidas dentro de casi ocho décadas debido al cambio climático
Antes de irse, el extitular del INTA retiró al organismo de un proyecto global para medir el impacto de los agroquímicos en personas y ambiente
Mariano Garmendia dejó sus funciones con la llegada del gobierno de Javier Milei. Antes, firmó una resolución que quita a la Argentina de SPRINT, una iniciativa académica dirigida a medir la presencia de residuos de agroquímicos en el ambiente y las personas, que es financiada desde 2020 por la Unión Europea. En octubre, ya había prohibo difundir los resultados de una investigación de una profesional de INTA Balcarce, quien realizó las primeras mediciones en el país siguiendo los protocolos del Programa
Sin dudas, la importancia del agua potable se volvió un recurso esencial para un país que quiere desarrollarse
Día Mundial del Agua: por qué se conmemora y cuáles son las recomendaciones para cuidarla
Al día de hoy, más de 2000 millones de personas viven todavía sin acceso al agua potable