
La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?
Hay algo muy común en todas partes, y es el hecho de como la necesidad agudiza nuestro ingenio. Tal es el caso de William Kamkwamba que con tan solo 14 años ideó un molino de viento de cinco metros de altura
Energía renovable01/11/2021Tan grandiosa ha sido la hazaña que se ha creado una película basada en la historia de William: “El niño que domó el viento”. Es una de esas películas inspiradoras, sin dejar de lado la situación política y social del Malawi rural de principios de siglo.

William cuenta con una historia bastante humilde, nació en una familia relativamente pobre que se dedicaba principalmente a la agricultura. Se sabe que desde pequeño ya mostraba afinidad por el cuidado del medio ambiente y jugaba con sus amigos a construir cosas utilizando materiales reciclados.

Al ser expulsado del colegio local se pasaba los días soñando con tener electricidad en su pequeña casa, de manera que pudiera quedarse despierto después del atardecer para seguir leyendo los libros que tanto le gustaban.
Y fue en ese intento de continuar su educación que comenzó a asistir a la biblioteca del pueblo donde descubrió su pasión por la electrónica. Gracias al apoyo de su ex profesor de ciencias y a la librera William encontró un libro titulado Using Energy (Utilizando la energía), siendo esto el principio del cambio del futuro de su familia y todos sus vecinos.

Luego de estudiar el libro Using Energy, William se dio cuenta de que podía generar electricidad utilizando el viento a su favor.
Fue la perspicacia de William lo que hizo que lograra traer agua a Wimbe, su población natal y una tierra azotada por las inundaciones y la sequía. Con materiales reciclados logró crear un molino que generaba la suficiente energía para bombear agua del pozo local y suministrar energía a algunos de los aparatos eléctricos de la casa familiar.

Luego un molino se convirtió en tres, y ahora son capaces de generar suficiente electricidad para iluminar toda su casa y bombear agua para los campos de la aldea y para el uso doméstico.
Granjeros y periodistas locales investigaron esta creación, lo que llevó a William a hacerse famoso en las noticias internacionales y formar parte del primer evento “Make Faire África” en Ghana en 2009.
Y luego de muchas apariciones, entrevistas, libros y documentales, en el 2013 la revista TIME le menciona como una de las “30 personas con menos de 30 años que cambiaron el mundo”.
Así como William, hay muchos casos alrededor del mundo que inspiran en generar energía verde y mueven a las personas a querer contribuir en hacer del mundo un lugar sostenible.
“No tengas miedo de fallar. Nunca vas a saber lo que vas a perder si no lo intentas”, dice el propio Kamkwamba en un video promocional de la película.
No es una producción propia, la fuente es el Portal Ambiental (.com)

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