La economía circular y la bioconstrucción

Damos paso al último concepto o prácticas que deben estar involucradas en la en la bioconstrucción.

Hoy hablaremos de la nueva visión de la economía, que pasa de la vieja y obsoleta linealidad a la circularidad.

Hablamos de ese nuevo propósito de cambiar la economía tradicional que explota, transforma y genera deshechos.

Un cambio que pasa por cambiar ese paradigma de producir si pensar en las consecuencias.

Una nueva propuesta de visión holística y ecosistémica que propone cerrar los ciclos, aprovechando cualquier residuo o desecho de una producción en nuevo proceso productivo.

Algo así como imitar la forma de producción y consumo de la naturaleza.

El nuevo sistema

Nuestra apuesta debe pasar por ala apropiación de iniciativas muy lógicas y sencillas.

Un sistema que aproveche al máximo las energías alternativas en los procesos de producción.

Que se impulse y promueva la desmaterialización, entendida como un mayor consumo de servicios y menos de productos.

Mas soluciones de uso común y compartido que minimizan la producción desechos.

Un consciente uso de los recursos naturales y sus servicios ecosistémicos mediante la utilización de materiales renovables a escala humana.

En resumen, fijarnos al producir o materializar cualquier solución o proyecto, en su sostenibilidad en origen y la circularidad en su uso.

Lo que implica en la bioconstrucción

Implementar acciones relacionadas con la economía circular en la práctica de la bioconstrucción resulta casi evidente.

En relación con el uso de energías alternativas:

• Aprovechar al máximo la energía proveniente directamente del sol, transformándola en energía eléctrica, mediante eficientes sistemas fotovoltaicos.
• Eficientes y eficaces sistemas de gestión del agua, que permitan, incluso la generación de energía, de ser posible.
• Un aprovechamiento de las fuentes de energía eólicas, que mediante micro aerogeneradores permita igualmente sumar a los sistemas de producción de energía para el autoconsumo.

En relación con la sostenibilidad en origen:

• El uso de materiales naturales sostenibles, renovables dentro de la escala humana (80-100 años).
• La utilización de materiales que tengan mínima energía embebida en sus procesos de transformación y que estos sean igualmente mínimos.

En relación con su circularidad:

• Acá prima el diseño sostenible, aquel que vela por su máximo periodo de uso y su utilidad funcional.
• Un diseño flexible, adaptable en el tiempo a otras utilidades y cuyos elementos sean fácilmente reciclables y sobre todo reutilizables.
• Implementar en los diseños el máximo de materiales naturales de la región que igualmente en sus procesos mínimos de transformación contribuyan a la reestructuración económica local.
• Soluciones que implique un mínimo o nulo mantenimiento, con consumo de energía prácticamente nulo.

En la práctica

Usa materiales y conceptos de diseño que impliquen las tres máximas:

• Uso de energías alternativas (sol viento, y agua)
• Materiales y procesos con clara sostenibilidad en origen (piedra, madera, fibras naturales y el bambú)
• Procesos constructivos y de mantenimiento, así como soluciones que permitan la circularidad en e su uso.

Conclusiones

Tenemos todo lo necesario para poder generar y materializar proyectos de bioconstrucción bajo los lineamientos de la economía circular. Resulta evidente así la relación gana-gana que existe entre adoptar un nuevo modelo de economía y la práctica de la bioconstrucción

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