3 pasos para reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2 de viviendas y edificios

Todos los edificios y viviendas pueden pasar por un proceso denominado rehabilitación energética o retrofitting. En qué consiste y cuáles son los pasos para lograrlo

Construcción sustentable17/11/2023Marcos BachMarcos Bach
Rehabilitacion-energetica

MARCOS BACH

Los edificios son responsables de más del 30% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y las viviendas en particular representan el 20% del consumo de energía. Por este motivo es importante ejercer medidas para impulsar la rehabilitación energética para mejorar su sostenibilidad y reducir su consumo de energía y las emisiones.

La rehabilitación energética de un edificio (retrofitting) consiste en implementar una serie de medidas e instalaciones con el objetivo de reducir su consumo energético (paneles solares, mejorar el aislamiento, etc.) e incluso conseguir la autosuficiencia. Además, estas medidas aportan beneficios en la salud de los habitantes de la vivienda. 

“La rehabilitación energética permite, además de satisfacer las recomendaciones de las Normas IRAM, mejorar el nivel del etiquetado energético con ambientes térmicamente confortables”, comenta Silvina Plante, integrante del grupo de instituciones por el etiquetado energético de viviendas.

La rehabilitación energética de una vivienda paso a paso

Si se quiere hacer una vivienda o edificio más sostenible se pueden seguir ciertos pasos clave:

Paso 1: Etiquetar la vivienda

El etiquetado realizado bajo la IRAM 11900 es un procedimiento que se lleva a cabo para conocer la situación energética del edificio. Como resultado del mismo se obtiene una calificación energética de la vivienda, es decir, su etiqueta. La calificación energética más alta, es decir, la etiqueta más eficiente, es la A; y la G es la letra para aquellas viviendas menos eficientes.


Para que una vivienda logre un mejor uso de la energía y reducir así su consumo, es clave primero cuantificar su requerimiento energético. Para esto existe lo que se conoce como la Etiqueta de Eficiencia Energética, un documento que muestra el requerimiento de energía que requiere la propiedad para satisfacerlas necesidades de calefacción, refrigeración, calentamiento de agua sanitaria e iluminación, según cómo fue construida y las instalaciones con las que cuenta y su emplazamiento, asegurando confort higrotérmico interior.

resalta Francisco Pedrazzi, otro integrante del grupo de etiquetado energético de viviendas.


Paso 2: Tomar medidas sobre las viviendas

Luego del etiquetado, se analiza dónde están los focos que provocan una baja eficiencia energética. Por ejemplo, una deficiente o falta de aislamiento térmico, fugas de aire, aberturas ineficientes, entre otros. Las medidas a tomar para mejorar el consumo de una vivienda pueden ser:

  • Mejorar el aislamiento térmico actuando sobre la envolvente- techo, muros y pisos- de la vivienda
  • Evitar fugas de aire para no perder energía, cambiando las ventanas por otras eficientes, por ejemplo.
  • Instalar un correcto sistema de ventilación mediante conductos de ventilación mecánica y aparatos como recuperadores de calor, lo que reduce la demanda de calor de un edificio
  • Maximizar la luz natural y utilizar dispositivos y sistemas de iluminación inteligente, por ejemplo, luces que se enciendan y apaguen al advertir la presencia.
  • Cambiar el uso de energía convencional por energía limpia y renovable, por ejemplo, solar.

Paso 3: Instalaciones eficientes

Otro aspecto a tener en cuenta es mejorar la eficiencia de los sistemas de climatización o iluminación, entre otros, por unos que consuman menos energía para aprovechar mejor las energías renovables que se incorporen, como la solar. Adicionalmente se pueden instalar sistemas de automatización y control que eviten gastos innecesarios de energía, como luces que se activen por sensor, o que regulen el uso de los artefactos de climatización, por ejemplo.

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