Pronto se producirá un descenso de la población mundial y debemos prepararnos para ello, informa The Lancet

Un nuevo estudio publicado en la revista científica muestra que el número de nacimientos en el mundo no superará al de muertes, lo que conducirá a una reducción gradual de la población mundial

Noticias Generales17/04/2024Marcos BachMarcos Bach
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La población mundial disminuirá a medida que los nacimientos no superen a las defunciones

MARCOS BACH

El estudio de la fertilidad es fundamental para resolver los desafíos geopolíticos, ambientales, económicos y sociales provocados por los cambios en las tendencias de edad de la población y la migración. Tienen un impacto en las políticas que abordan las necesidades de recursos y atención médica, la educación, la oferta laboral, la planificación familiar y la igualdad de género.

En Meteored explican que el problema radica en la capacidad de nuestro planeta para proporcionar los recursos necesarios que garanticen la supervivencia y el bienestar de la población global, incluyendo aspectos vitales como el acceso a agua potable, alimentos nutritivos, energía sostenible y gestión de residuos, entre otros.

Por lo tanto, las estimaciones precisas y las predicciones futuras de las tasas de fertilidad y su impacto en las estructuras de edad de la población son esenciales para anticipar posibles consecuencias económicas y geopolíticas y para informar el desarrollo de políticas sanitarias, ambientales y económicas efectivas.

Tras veintiún siglos de crecimiento demográfico puro y duro, especialmente en el siglo XIX, cuando asistimos a un crecimiento demográfico sin precedentes, y en el siglo XX, cuando experimentamos la explosión demográfica más importante de la historia de la humanidad, sin olvidar el siglo XXI, cuando cruzamos el umbral de los 8.000 millones, el escenario empezará a cambiar.

Según datos del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, publicados la semana pasada en la revista científica The Lancet, en los próximos años se espera un cambio demográfico significativo, una disminución de la población mundial.

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El estudio científico apunta a una reducción de la población mundial, lo que pone en tela de juicio diversos efectos secundarios.

En el estudio actual, los investigadores exploraron las tendencias globales de fertilidad en 204 países entre 1950 y 2021, con predicciones para 2100. Los investigadores analizaron datos del Estudio de carga global de enfermedades, lesiones y factores de riesgo 2021 del IHME, que muestra el presente y el futuro regional, tendencias nacionales y mundiales en materia de fecundidad y nacimientos vivos.

Una región en contraciclo

En general, los países necesitan tener una tasa de fertilidad de 2,1. Esto significa que el límite mínimo para el relevo generacional es de al menos 2,1 hijos por mujer.

Ahora, el estudio muestra que las tasas de fertilidad globales están disminuyendo, y más de la mitad de todos los países en 2021 registraron tasas por debajo del nivel de renovación. Esta tendencia, observada desde 2000, revela variaciones significativas en el ritmo de disminución, y sólo unos pocos países muestran una pequeña recuperación.

El estudio predice que para 2050, más de las tres cuartas partes de los países no tendrán tasas de fertilidad lo suficientemente altas como para sostener el tamaño de su población a lo largo del tiempo. Para 2100, este número aumentará al 97 % de los países, lo que es insostenible para la renovación de la población.

Esto significa que en estos lugares, las poblaciones disminuirán a menos que la baja fertilidad sea compensada por una inmigración efectiva o políticas que ofrezcan un mayor apoyo a la natalidad.

Entre 1950 y 2021, la tasa de fertilidad mundial se redujo a más de la mitad, de 4,8 a 2,2 hijos. El número anual mundial de nacidos vivos alcanzó un máximo de 142 millones en 2016 y cayó a 129 millones en 2021.

Las tasas de fertilidad han caído en todos los países durante los últimos 70 años. En 1950, esta tasa era de unos cinco hijos por cada mujer. En 2021, de 2,2 hijos por mujer. La tendencia es particularmente preocupante en Corea del Sur y Serbia, donde la tasa es inferior a 1,1 niños. En Chad, la tasa de fertilidad es la más alta del mundo, con siete nacimientos por mujer.

Nos enfrentamos a cambios sociales sorprendentes a lo largo del siglo XXI (...) el mundo enfrentará simultáneamente un 'baby boom' en algunos países y un 'baby bust' en otros.

Emil Vollset Stein, profesor del IHME y coautor del estudio estudiar

El nuevo estudio predice cambios importantes en el patrón global de nacimientos vivos entre los países desarrollados y en desarrollo. En 2021, el 29 % de los bebés del mundo nacieron en África subsahariana. Según el análisis, se estima que esta cifra aumentará en más de la mitad (54 %) para 2100.

Según las previsiones, la lista de naciones con tasas de fecundidad superiores a la de renovación bajará del 24 % en 2050 al 2,90 % en 2100, lo que se traduciría en una tasa global de 1,6 hijos. Se estima que sólo 26 países seguirán experimentando un crecimiento demográfico en 2100, con un número de recién nacidos superior al de muertes, como es el caso de Angola , Zambia y Uganda .

¿Un nuevo planeta?

En teoría, la disminución de la población mundial parece una buena noticia. El problema es que la disminución de la población también trae otros efectos secundarios que deben abordarse, concretamente a nivel de edad y, en consecuencia, económicos, sanitarios, medioambientales y geopolíticos.

Los bajos niveles de fertilidad tienen el potencial de resultar, con el tiempo, en pirámides de población invertidas, con un número creciente de personas mayores y una población en edad de trabajar decreciente.

Es, por tanto, fundamental pensar en las amenazas potenciales a las economías globales, ya que una población decreciente, en teoría, se traduce en una fuerza laboral reducida, lo que afecta la productividad y el crecimiento económico.

Asimismo, los sistemas de salud deben adaptarse al envejecimiento de la población, lo que implicará mayores demandas de cuidados de larga duración y un aumento de la prevalencia de enfermedades relacionadas con la edad.

Con respecto al medio ambiente, aunque la disminución de la población mundial, en teoría, resultará en una menor presión sobre los recursos naturales, también es crucial considerar cómo los cambios en la distribución de la población pueden afectar la gestión de estos recursos y la biodiversidad.

En el escenario geopolítico, se deben considerar nuevas dinámicas de poder, que pueden cambiar significativamente con variaciones en el tamaño y la estructura de las poblaciones de los países. Esto podría reconfigurar alianzas, zonas de influencia y prioridades en la política internacional.

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