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Loma Santa es el corazón del bosque t’simane. Ese corazón boscoso fue saqueado durante años por taladores, que explotaron la madera mara. Loma Santa también fue el lugar de peregrinaje donde se refugiaban los indígenas de la persecución de caucheros y hacendados, que los secuestraban para esclavizarlos. Para los indígenas amazónicos de Bolivia se trata de un lugar de paz, de abundancia de recursos naturales, de reproducción de la vida y la cultura, donde no hay violencia, explotación humana y donde encuentran armonía con la naturaleza.
Actualmente, Loma Santa se convirtió oficialmente en un nuevo territorio indígena protegido en Bolivia. El lanzamiento oficial de esta nueva área protegida se llevó a cabo el 19 de agosto último, en un acto celebrado en la comunidad indígena Monte Grande del Apere, que es parte del Territorio Indígena Multiétnico (TIM) y que se encuentra en el municipio de San Ignacio de Moxos, en el departamento del Beni.
Bernardo Muiba es el presidente de la Subcentral de Cabildos Indigenales del TIM. El dirigente explicó a Mongabay Latam que el Área de Conservación Indígena Loma Santa es un ejemplo destacado de gestión territorial indígena y conservación participativa.
Muiba sostiene que esta área protegida refleja la integración armoniosa entre la naturaleza y la cultura, con la participación activas de los pueblos indígenas mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, t’simane, yuracaré y movima. Esta integración implica adaptarse a las particularidades de la región para preservar la riqueza natural y cultural de la Amazonía boliviana.
Una vista del Área de Conservación Indígena Loma Santa, en la que se puede apreciar el río Apere. Foto: cortesía Mario Cerezo
“Se ha presentado un proyecto de ley que los hermanos comuneros y corregidores pedían para normar las actividades ilícitas de algunas personas foráneas que vienen a nuestra Loma Santa solamente por intereses en los recursos que tenemos dentro de nuestro territorio. Saqueaban la madera, sobre todo la mara.
De acuerdo con las tradiciones indígenas de la Amazonía boliviana, algunos habitantes son elegidos de acuerdo a sus costumbres para buscar la Loma Santa. Estas personas reciben el nombre de “buscadores” y son personajes fundamentales en las tradiciones de cada pueblo indígena. Estos “buscadores” identifican terrenos elevados para evitar las inundaciones en épocas de lluvias.
La iniciativa de lograr que Loma Santa sea una reserva indígena protegida fue impulsada por el programa Conserva Aves Bolivia y tuvo el liderazgo del Territorio Indígena Multiétnico (TIM). Además, se logró el asesoramiento de ORE, una organización de apoyo legal y social, y de la Asociación Armonía.
ORE acompañó todo el proceso que la Subcentral del TIM llevó a cabo para la declaratoria, demarcación y zonificación del área de conservación Loma Santa. Esta organización también asesoró al Gobierno Indígena Autónomo del TIM para la adopción de la ley de creación y el registro en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua como área de conservación indígena.
El bosque del Área de Conservación Indígena Loma Santa. Foto: cortesía Mario Cerezo
“Construimos con ellos un sistema de control y vigilancia, con la constitución de un cuerpo de guardianes del bosque y la instalación de puestos de control en los ingresos del área", relató Leonardo Tamburini, director de ORE. También se equipó a las comunidades más alejadas para que estén conectadas con las autoridades del gobierno territorial y puedan informar de la situación en todo el territorio del TIM, explicó.
El águila arpía (Harpia harpyja) es una de las aves de Loma Santa, en la Amazonía boliviana. Foto: Michael Moens
De capacitó en el registro y transmisión de datos y manejo de tecnología para cuantificar y registrar el estado de los ríos, bosque y fauna en todo el TIM.
Loma Santa cuenta con una extraordinaria riqueza ornitológica registrada en la zona. En la temporada seca, los trabajos de campo permitieron identificar 252 especies de aves, agrupadas en 21 órdenes y 53 familias. Entre las familias de aves más representativas de la zona figuran los atrapamoscas (Tyrannidae), con 39 especies, seguidos por las tangaras (Thraupidae) y los hormigueros (Thamnophilidae).
Además, se identificaron especies de alto valor para la conservación, como la emblemática águila harpía (Harpia harpyja) y el tinamú grande (Tinamus tao), clasificadas como vulnerables. Este espacio no solo resguarda especies residentes, sino también aves migratorias boreales y australes, reafirmando su papel clave en la conectividad ecológica regional.
Los comuneros de los pueblos amazónicos son los encargados de vigilar el Área de Conservación Indígena Loma Santa. Foto: cortesía Claudia Belaunde
Según Alfredo Matareco, cacique territorial del TIM, el Área de Conservación Indígena Loma Santa representa la posibilidad de consolidar un territorio de vida para miles de aves y para las culturas ancestrales de la Amazonía boliviana. El dirigente indígena añadió que esta iniciativa es un ejemplo de colaboración entre comunidades, organizaciones no gubernamentales e iniciativas de conservación internacional.
Una de las razones por la cual se ha tomado esta decisión, de conservar nuestro territorio es porque vemos que el mundo se está cayendo a pedazos y no queremos ser parte de esa desgracia del planeta. Queremos contribuir a que nuestros bosques, nuestro territorio, se protejan para que nuestros hijos y las demás generaciones puedan gozar también de nuestra Loma Santa, de todas las riquezas naturales que hay en ella.
Desde 2022, en el TIM, los cinco pueblos que componen este territorio –mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, yuracaré, t’simane y movima- conformaron el Gobierno Indígena Autónomo TIM (GIA-TIM), cuyos máximos representantes son el cacique y los asambleístas indígenas. Esta es la primera autonomía indígena territorial de la Amazonía de Bolivia y la quinta que se ejerce en el país desde que, en 2009, la Constitución reconoció el derecho de estos pueblos a autogobernarse.
El río Apere es parte del Área de Conservación Indígena Loma Santa. Foto: cortesía Mario Cerezo
Este territorio, que ya cuenta con su propio gobierno autónomo, está ubicado al oeste de Trinidad, capital del departamento de Beni. Sus márgenes comienzan a 14 kilómetros de la carretera que conecta el municipio de San Ignacio de Mojos con San Borja y se extienden hacia el sur, hasta limitar con el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), una de las áreas protegidas nacionales más grandes de Bolivia.
El tema de la extracción de madera viene desde hace años. Antes había concesiones madereras que operaban en nuestro territorio, pero también había empresas que hacían caminos que se aprovechaban para extraer madera. Además, había personas que tienen sus predios al límite del TIM y ellos se extendían ilegalmente para sacar madera. Ahora, tenemos nuestros puestos de control y estamos evitando esa extracción de nuestros recursos madereros.
Muiba recordó que esa actividad ilegal dentro de este territorio provocó que se organizaran, por lo que coordinaron con diferentes organizaciones para poder instalar los centros de control y vigilancia. El dirigente indígena reveló que se instalará un tercer puesto de control y vigilancia en una comunidad del norte del TIM.
En estos puestos existen guardabosques capacitados, que son los mismos de la comunidad. Hay también un sistema de comunicación con internet satelital en uno de los puestos. Ahí hay radios y coordinamos con ellos cuando hay sospecha de algún delito. Incluso esta base reporta diariamente datos meteorológicos.
destacó Muiba.
De las dos áreas definidas para la preservación en Loma Santa, la subzona de conservación de la biodiversidad ocupa buena parte de su superficie y es el hogar de muchas comunidades t’simane que dependen en su totalidad de la riqueza de estos bosques para su subsistencia. Por su parte, el núcleo de reproducción es una zona donde no habitan las comunidades y es un espacio de mayor protección para asegurar que las especies puedan reproducirse y mantener el funcionamiento del bosque.
El inmenso bosque de la comunidad Monte Grande del Apere, en plena Amazonía boliviana. Foto: cortesía Claudia Belaunde
En el ingreso al Área de Conservación Indígena Loma Santa se ubica uno de los puestos de control, que cuenta con un sistema de paneles solares que le suministran energía eléctrica. Los indígenas que habitan en esa comunidad levantaron una vivienda con un espacio para instalar la estación meteorológica, desde donde se monitorean las condiciones del clima de la región. Con ese equipo ya no se necesitan los registros de los municipios de San Borja y de San Ignacio de Mojos, que entregaban información aproximada sobre el TIM.
Este puesto de control cuenta con internet satelital e incluye una radio de onda corta que se comunica con las otras comunidades del TIM. Los datos que proporciona el puesto pueden ser revisados en tiempo real y de manera sencilla a través de su consola de alta tecnología, cuya operación es posible sólo con un conocimiento básico.
Loma Santa es un centro de refugio natural, es un lugar de paz, es un lugar de abundancia de recursos naturales, de reproducción de la vida y la cultura, donde no hay violencia, explotación humana y lo que existe es armonía con la naturaleza.
remarcó Tamburini.
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