Qué es Y-TEC, la nueva empresa que buscará desarrollar alternativas energéticas
Con profesionales capacitados en ciencia y tecnología, Y-TEC se presenta como el centro de investigación aplicada más grande del país
A partir de los granos cosechados, cuatro productores santafesinos montaron una planta para generar el biodiésel que consumen anualmente y lograron bajar sus costos; también elaboran un coadyuvante para agroquímicos
Energía renovable03/05/2021Para agregar valor a la producción primaria no necesariamente hay que tener una escala considerable; se pueden desarrollar emprendimientos a partir del comportamiento emprendedor, independientemente de la superficie del campo o del capital disponible. El caso de cuatro productores santafesinos ilustra la última situación: se reunieron para montar una planta de producción de biodiésel a partir de la soja cosechada, con el propósito de abastecerse de combustible con seguridad y a menor costo.
Además, producen aceite metilado, un insumo necesario para las aplicaciones de agroquímicos, con un costo también menor que el que presenta el producto comercial.
Diego Lescano ( Ingeniero agrónomo de 48 años) es propietario de 300 hectáreas en el departamento de Castellanos, a 140 km de la ciudad de Santa Fe, y alquila 1300 hectáreas más en la misma zona desde hace 20 años, en las que desarrolla planteos cien por ciento agrícolas. Sus padres fueron tamberos durante muchos años, pero los problemas en los caminos los obligaron a abandonar esa actividad, para la cual también cuesta conseguir gente dispuesta al sacrificio.
De las 1600 hectáreas, cultiva 1000 con trigo (con un rinde promedio 28 quintales por hectárea) y soja de segunda (26qq/ha), por las ventajas de poder utilizar semillas propias y controlar más fácilmente las malezas. También hace 300 hectáreas de girasol (24qq/ha) y 300 de maíz (75qq/ha, pero con alto costo de implantación y poca estabilidad de rendimientos a lo largo de los años). Es miembro del CREA Elisa- Humberto Primo, del cual fue miembro fundador en 2006.
A partir de un proyecto que procura el desarrollo de la zona, diseñado en forma conjunta entre los CREA del centro de Santa Fe, la cooperativa Guillermo Lehman y la Universidad Nacional del Litoral, Lescano y tres productores más comenzaron explorar las posibilidades de las energías alternativas. Así, visitaron plantas de biodiésel en producción, fueron cocinando la idea y finalmente decidieron realizar la inversión.
El propósito era producir 300.000 litros de biodiésel por año para satisfacer las necesidades de los cuatro integrantes del emprendimiento (dos requerían 100.000 litros y dos, 50.000) utilizando como materia prima la soja producida en los campos.
Los objetivos planteados fueron asegurar el abastecimiento permanente de combustible (en el pasado habían sufrido problemas por escasez); agregar valor a la soja y diversificar la oferta de productos.
La inversión inicial fue del orden de 64.000 dólares e incluyó un galpón, reactor, tanques, surtidor, computadora y herramientas menores. El proceso de producción es así: los cuatro productores venden el poroto de soja a una aceitera de la zona; luego esta firma les vende el aceite de soja desgomado por centrifugación. Este aceite purificado entra la planta de producción de biodiésel, donde se mezcla con un reactivo que rompe las cadenas carbonadas del aceite y lo aliviana. Como resultado de esa reacción química se obtiene biodiésel (85%) y glicerol (15%). Ambos productos van a un tanque cónico de decantación donde se elimina el glicerol por gravedad al ser más pesado.
La planta es operada por una persona que trabaja 45 horas semanales, que controla su funcionamiento y monitorea las características del aceite utilizado como insumo (acidez y densidad) y del producto final (densidad).
El biodiésel se utiliza puro en los vehículos y máquinas agrícolas de los socios sin problemas desde hace más de un año. “Tanto mi camioneta como los tractores y cosechadoras funcionan con el combustible producido en la planta sin ninguna mezcla con combustibles fósiles”, destaca Lescano.
La única precaución que tomamos es agregar un aditivo que evita que se formen impurezas en los sistemas de inyección de combustible, sean mecánicos o electrónicos, aunque esta prevención no es imprescindible
aclara Lescano.
Al glicerol que se genera como subproducto no es fácil encontrarle un destino. Dos asociados que tienen feedlots lo incluyen en la ración como fuente de energía, con buenos resultados de ganancia diaria y sin producir disturbios digestivos. No obstante, su manipulación no es sencilla en un mixer al tratarse de un producto líquido.
La planta comenzó a funcionar en marzo de 2020 y sufrió los inconvenientes provocados por la pandemia en el abastecimiento de insumos y en la asistencia del operador, por lo que produjo 180.000 litros en los últimos 12 meses en vez de los 300.000 planificados, pero “se logró agregar valor a la materia prima en origen y eludir el componente impositivo y el flete del combustible comercial”, destaca Lescano. También se derribó el mito que decía que “el biodiesel no se puede usar como combustible puro”.
El balance de un año de trabajo mostró que una planta con una capacidad de producción de 1300 litros diarios como la de los productores santafesinos requiere una inversión baja y resulta conveniente para el abastecimiento de combustible de agricultores chicos y medianos que trabajen con maquinaria propia y que produzcan soja o girasol.
El costo promedio del biodiésel en los últimos 12 meses alcanzó los 72 centavos de dólar por litro entre aceite, reactivo, mano de obra, electricidad, amortizaciones, etc. (aproximadamente 67$/l).
En los últimos meses subió el precio de la soja y, por carácter transitivo, el del aceite, lo que determinó que el costo final de biodiésel subiera a 80 centavos de dólar por litro y se acerque al valor del gasoil comercial. A partir de esa realidad, los propietarios de la planta exploraron otras posibilidades, como la producción de aceite metilado.
Los agricultores compramos aditivos para mejorar la calidad de las aplicaciones de agroquímicos. Se puede usar el aceite metilado comercial, que cuesta alrededor de 3US$/l más IVA o se puede producir en la planta que montamos con un costo de 1US$/l.
explica Diego Lescano.
El aceite metilado se usa como coadyuvante para aplicación de herbicidas, fungicidas e insecticidas. Básicamente, actúa como penetrante y antievaporante. Para faciltar la penetración, incrementa la superficie de contacto entre la pulverización y la superficie vegetal. Además, por su carácter oleoso, mejora la adherencia y atenúa la evaporación, sobre todo en aplicaciones que exigen gotas chicas en verano.
En mi empresa demando 5000 litros de aceite metilado por año, por lo que debería gastar aproximadamente 15.000US$ más IVA; con la planta el producto me cuesta 5000
diferencia Lescano.
Así, la producción de aceite metilado agrega ahorros en las empresas integrantes del emprendimiento, más allá de la producción de biocombustible.
El proceso de producción de aceite metilado es similar al del biodiésel. El aceite refinado provisto por la fábrica se mezcla con un reactivo específico y sale un producto un poco más pesado que el biodiésel, que se aplica a razón de 1l/ha.
En los campos de los productores propietarios de la planta se hicieron numerosas mediciones de toxicidad del producto en los cultivos y no se observaron problemas de ningún tipo.
Fuente: Diario La Nacion (Argentina)
Con profesionales capacitados en ciencia y tecnología, Y-TEC se presenta como el centro de investigación aplicada más grande del país
Para muchos en todo el mundo, su victoria ha avivado la incertidumbre sobre el futuro de la acción climática global
Procesos desarrollados en la Universidad de Alberta mejoran la conversión de estos componentes en materiales útiles, incluso, para almacenar hidrógeno líquido
El primer aerogenerador de 13 MW del parque eólico Dogger Bank empezó a producir energía. En 2026 tendrá una potencia instalada de 3,6 GW
La IA tiene el desafío de resolver su alto consumo energético. Sin embargo, su potencial para integrarse a las energías renovables es infinito. Qué rol juega nuestro país en este escenario
La transición energética exige una cosmovisión totalmente diferente sobre lo que producimos y cómo lo hacemos. En ella, el Estado y el sector privado son actores centrales e imprescindibles
Técnicos de la secretaría de Ambiente y la Cancillería recibieron la orden de retirarse del evento mundial, que alerta sobre los graves efectos del cambio climático en el planeta
Entre las responsables se encuentran Cargill, Tyson, JBS, Dairy Farmers of America y Fonterra, dueñas de centenas de productos lácteos y cárnicos de consumo masivo
El 83% de los ODS reportan progresos limitados o incluso retrocesos. En ese universo, la Argentina está en el puesto 47% en un ranking de 166 países
Ministros de Agricultura de América Latina y el Caribe reclamaron en el marco de la COP29 un mayor financiamiento de los países ricos a pequeños productores para reforzar seguridad alimentaria y evitar migraciones, informó este martes el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)