
Electricidad extraída del medio ambiente con nanotubos de carbono
Ingenieros del MIT han descubierto una nueva forma de generar electricidad con pequeñas partículas de carbono que pueden crear una corriente simplemente interactuando con el líquido que las rodea
Energía renovable08/06/2021
El líquido, un solvente orgánico, extrae electrones de las partículas, generando una corriente que podría usarse para impulsar reacciones químicas o para impulsar robots a micro o nanoescala, dicen los investigadores.
"Este mecanismo es nuevo y esta forma de generar energía es completamente nueva", dice Michael Strano, profesor de ingeniería química de Carbon P. Dubbs en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), citado por Phys.org. "Esta tecnología es intrigante porque todo lo que tiene que hacer es hacer pasar un disolvente a través de un lecho de estas partículas. Esto le permite hacer electroquímica, pero sin cables".
En un nuevo estudio que describe este fenómeno, publicado en Nature Communications, los investigadores demostraron que podrían usar esta corriente eléctrica para impulsar una reacción conocida como oxidación del alcohol, una reacción química orgánica que es importante en la industria química.
El nuevo descubrimiento surgió de la investigación de Strano sobre nanotubos de carbono, tubos huecos hechos de una red de átomos de carbono, que tienen propiedades eléctricas únicas. En 2010, Strano demostró, por primera vez, que los nanotubos de carbono pueden generar "ondas termoeléctricas". Cuando un nanotubo de carbono se recubre con una capa de combustible, pulsos de calor en movimiento u ondas termoeléctricas viajan a lo largo del tubo, creando una corriente eléctrica.
Ese trabajo llevó a Strano y sus estudiantes a descubrir una característica relacionada de los nanotubos de carbono. Descubrieron que cuando parte de un nanotubo se recubre con un polímero similar al teflón, se crea una asimetría que hace posible que los electrones fluyan de la parte recubierta a la no recubierta del tubo, generando una corriente eléctrica. Esos electrones pueden extraerse sumergiendo las partículas en un solvente hambriento de electrones.
Para aprovechar esta capacidad especial, los investigadores crearon partículas generadoras de electricidad triturando nanotubos de carbono y transformándolos en una hoja de material similar al papel. Un lado de cada hoja se recubrió con un polímero similar al teflón, y luego los investigadores cortaron pequeñas partículas, que pueden tener cualquier forma o tamaño. Para este estudio, hicieron partículas de 250 micrones por 250 micrones.
Cuando estas partículas se sumergen en un disolvente orgánico como el acetonitrilo, el disolvente se adhiere a la superficie no recubierta de las partículas y comienza a extraer electrones de ellas.
El solvente quita electrones y el sistema intenta equilibrarse moviendo electrones. No hay una química de batería sofisticada en el interior. Es solo una partícula, la pones en solvente y comienza a generar un campo eléctrico.
dice Strano
La versión actual de las partículas puede generar alrededor de 0,7 voltios de electricidad por partícula. En este estudio, los investigadores también demostraron que pueden formar matrices de cientos de partículas en un pequeño tubo de ensayo. Este reactor de "lecho compacto" genera suficiente energía para impulsar una reacción química llamada oxidación de alcohol, en la que un alcohol se convierte en un aldehído o una cetona. Por lo general, esta reacción no se realiza mediante eletroquímica porque requeriría demasiada corriente externa.
Debido a que el reactor de lecho empacado es compacto, tiene más flexibilidad en términos de aplicaciones que un gran reactor electroquímico. Las partículas pueden hacerse muy pequeñas y no requieren cables externos para impulsar la reacción electroquímica.
dice Strano.
En trabajos futuros, Strano espera utilizar este tipo de generación de energía para construir polímeros utilizando solo dióxido de carbono como material de partida. En un proyecto relacionado, ya ha creado polímeros que pueden regenerarse a sí mismos utilizando dióxido de carbono como material de construcción, en un proceso alimentado por energía solar. Este trabajo está inspirado en la fijación de carbono, el conjunto de reacciones químicas que utilizan las plantas para construir azucares a partir de dióxido de carbono, utilizando la energía del sol.
A más largo plazo, este enfoque también podría utilizarse para impulsar robots a micro o nanoescala. El laboratorio de Strano ya ha comenzado a construir robots a esa escala, que algún día podrían usarse como sensores ambientales o de diagnóstico. La idea de poder recolectar energía del medio ambiente para alimentar este tipo de robots es atractiva, dice.
Significa que no es necesario instalar el almacenamiento de energía. Lo que nos gusta de este mecanismo es que puede tomar la energía, al menos en parte, del medio ambiente.
Fuente: Europa Press (.es)


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