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Un equipo de investigadores afiliados a varias universidades alemanas ha desarrollado una novedosa forma de almacenar la energía captada del sol para convertirla en hidrógeno. En su artículo publicado en la revista Nature Chemistry, el grupo describe cómo han producido una molécula capaz de retener la energía captada del sol que podría utilizarse posteriormente para producir combustible de hidrógeno
Energía renovable23/02/2022
A medida que la tecnología de las células solares ha ido madurando, los científicos se han afanado en encontrar un modo más adecuado de almacenar la energía producida para poder utilizarla cuando no brille el sol.
La mayoría de los sistemas actuales utilizan baterías, lo que, según la mayoría de los expertos, es ineficaz. Otros enfoques han consistido en utilizar la energía del sol directamente para producir combustible de hidrógeno, pero hacerlo implica muchos y costosos problemas de almacenamiento.
En este nuevo intento, los investigadores han adoptado un nuevo enfoque: almacenar la energía del sol en moléculas que puedan liberarse a demanda para crear combustible de hidrógeno.
El trabajo del equipo consistió en crear un compuesto a partir de un óxido metálico unido a dos moléculas sensibles a la luz basadas en el rutenio, un metal raro. Las moléculas resultantes se añadieron a una solución que contenía ascorbato de sodio.
Con esta configuración, no se necesitan células solares, sino que la luz del sol se dirige a la solución, donde su energía se captura a través de los electrones de la sal; al hacerlo, la solución cambia de transparente a azul oscuro. Las pruebas demostraron que el líquido era viable hasta 24 horas.
La siguiente fase del proceso consiste en añadir un ácido (en su caso, sulfúrico) a la solución; al hacerlo, los electrones se combinan con los iones de hidrógeno del ácido para producir gas de hidrógeno que puede utilizarse como fuente de combustible.
Las moléculas que retienen la energía pueden cargarse y descargarse varias veces, aunque se degradan con el tiempo, por lo que su reciclabilidad es un problema. Los investigadores también señalan que el rutenio es muy caro, por lo que tendrán que seguir buscando un sustituto adecuado y menos costoso.
Concluyen sugiriendo que su trabajo apunta a la posibilidad de almacenar energía en una solución como fuente de combustible de hidrógeno a la carta en aplicaciones del mundo real.
No es una produccion propia, la fuente es World Energy Trade (.com)

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