EL CICLO DEL AGUA

Se conoce como ciclo del agua o ciclo hidrológico al proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos que forman la hidrosfera. En el ciclo hidrológico intervienen diversos factores ambientales, como el viento y la energía solar (siendo esta última la principal impulsora del mismo)

Agua y Glaciares27/06/2022
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Como todo ciclo, no inicia realmente en ningún punto determinado, sino que se trata de una continuidad de procesos que se repiten sucesivamente.

El ciclo del agua se compone de las siguientes etapas sucesivas y simultáneas, que se repiten sin cesar y se compenetran unas con otras:

Evaporación.

El agua líquida de los océanos y otros cuerpos de agua se evapora y pasa de estado líquido a gaseoso, gracias a la acción de la luz solar y al calentamiento diario de la Tierra. Los seres vivos también contribuyen al proceso de evaporación, a través de la transpiración en el caso de las plantas y la sudoración en el de los animales. Los océanos brindan un 90 % del vapor de agua que hay en la atmósfera, mientras que los seres vivos, especialmente las plantas, aportan otro tanto. Los lagos y ríos aportan un porcentaje menor y otro aún menor los glaciares y hielos marinos que, al estar en climas muy fríos para convertirse en agua, se subliman en lugar de evaporarse (pasan de sólido a gaseoso directamente).

Condensación.

El agua en la atmósfera se desplaza a enormes distancias, al esparcirse por los vientos en distintas direcciones. Cuando el vapor de agua llega a altitudes mayores, la temperatura más baja le permite condensarse, es decir, recuperar su forma líquida y formar gotas de agua que se acumulan en las nubes cada vez más oscuras a medida que contienen más y más gotas de agua.

Precipitación.

Cuando las gotas de agua contenidas en las nubes son ya lo suficientemente grandes y pesadas, rompen su estado de equilibrio y se producen lluvias o precipitaciones. Por lo general, el agua cae en forma líquida, pero en ciertas regiones y condiciones climáticas donde las temperaturas son menores, puede hacerlo en forma más o menos sólida, como nieve, escarcha o granizo.

Infiltración.

El agua que alcanza el suelo terrestre penetra por ella y se transforma en agua subterránea. La cantidad de agua que se filtra por la superficie depende de distintos factores como la permeabilidad del suelo, la pendiente y la cobertura vegetal de la región. El agua infiltrada puede luego volver a la atmósfera por evaporación o ser incorporada a distintos cuerpos de agua superficiales.

Escorrentía.

El agua líquida se moviliza cuesta abajo por la superficie del terreno a través de diversos métodos. La escorrentía es capaz de generar erosiones y transportar sedimentos.

Circulación subterránea.

Al igual que la escorrentía, el agua se mueve a favor de la gravedad, hacia donde está inclinado el suelo. En este caso, el agua se filtra a través de los poros de la tierra y luego se desplaza por el subsuelo, en ocasiones incluso a través de rocas permeables.

Fusión.

Se refiere a la transformación del agua desde su estado sólido (hielo o nieve) a líquido, cuando se produce el deshielo. Así, el derretimiento de los hielos en las estaciones cálidas, como ocurre en los polos y en las regiones continentales heladas, devuelve el agua a su punto inicial del ciclo.
Solidificación. Consiste en el pasaje del agua desde el estado líquido a sólido y ocurre cuando la temperatura es menor a 0 ºC. El proceso de solidificación puede darse en las nubes, dando lugar a la formación de nieve o granizo y también sobre las superficies de lagos y ríos, cuando las temperaturas son lo suficientemente bajas

No es una produccion propia, la fuente es Agro Krebs (Facebook)

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