Descubren un nuevo animal en el fondo marino ¡con plástico en el estómago!

El crustáceo identificado vive a casi 7.000 metros de profundidad en la fosa de las Marianas y ha recibido en nombre de ‘Eurythenes plasticus’

Biodiversidad28/03/2020
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Los residuos de plástico se extienden por casi todos los rincones del planeta. No es una frase hecha, ni una exageración; es literalmente una realidad.

Los polímeros sintéticos en forma de basura se encuentran incluso en las zonas más profundas y desconocidas de los océanos, ver por ejemplo en La Vanguardia .

Un estudio publicado este mes de marzo en la revista científica Zootaxa muestra nuevos datos sobre la extensión de este plaga con el descubrimiento de fragmentos de plástico en el cuerpo de un pequeño crustáceo marino.

Las partículas de tereftalato de polietileno (PET) detectadas son minúsculas (microplásticos) pero dan una idea bastante clara de la gigantesca magnitud del problema...

En especial porque el animal afectado vive a casi 7.000 metros de profundidad en la fosa de las Marianas (en una zona remota del Pacífico occidental, entre Japón y Filipinas) y porque este anfípodo pertenece a una especie desconocida para la ciencia hasta ahora.

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Uno de los fragamentos de PET -recuadro de la derecha- localizados en el anfípodo (Zootaxa)
Los expertos de la Universidad de Newcastle que han liderado la investigación han otorgado a la nueva especie el nombre científico de Eurythenes plasticus, en referencia al plástico encontrado en el interior de uno de los ejemplares estudiado.

Alan Jamieson, profesor titular de Ecología Marina en la Universidad de Newcastle y jefe de la misión de investigación, ha explicado que decidieron el nombre E.plasticus porque querían “resaltar el hecho de que debemos tomar medidas inmediatas para detener el diluvio de residuos de plásticos que inundan nuestros océanos “.

 
Antes de que nuestros desechos plásticos lleguen a los cuerpos de los animales marinos, a menudo experimentan un largo viaje. Un viaje, que no es raro que comience en naciones industriales, como el Reino Unido, explican los autores del estudio.

Las exportaciones de residuos plásticos con frecuencia terminan en el sudeste asiático, donde la gestión de residuos es a menudo insuficiente o inexistente. Debido a que la mayoría de los desechos plásticos no pueden reciclarse, a menudo se queman o arrojan a los depósitos. A partir de ahí, encuentra su camino hacia los ríos y, finalmente, hacia el océano. Una vez en el agua, los desechos plásticos se separan en microplásticos y se propagan a través del océano, donde son ingeridos por animales marinos como E. plasticus, detallan los autores en un intento de explicar el origen del problema.

Un problema por resolver

Heike Vesper, directora del Programa Marino en WWF Alemania (organización conservacionista que ha participado en la investigación), dijo: “La especie recientemente descubierta Eurythenes plasticus nos muestra cuán profundas son las consecuencias de nuestro manejo inadecuado de los desechos plásticos. Hay especies que viven en los lugares más profundos y remotos. en la tierra que ya ha ingerido plástico antes de que la humanidad los conozca. Los plásticos están en el aire que respiramos, en el agua que bebemos y ahora también en animales que viven lejos de la civilización humana “.

Para poner fin a la contaminación plástica marina a nivel mundial, necesitamos una solución global. Para lograr este objetivo, WWF lanzó en 2019 una campaña internacional que pide un tratado global legalmente vinculante para reducir el desperdicio de plástico, mejorar el manejo de desperdicio y terminar con la contaminación plástica marina, indican los responsables de esta organización conservacionista internacional..

Anfípodos, documentación:

Los anfípodos (Amphipoda, del griego amphí, “de un lado y otro” y podós, “pie”) son un orden de pequeños crustáceos malacostráceos que incluye a más de 7.000 especies descritas, aunque el más grande, Alicella gigantea, puede llegar a medir 34 cm, destaca Wikipedia.​

Muchos anfípodos son marinos; aunque un pequeño número de especies son límnicos o terrestres. Los anfípodos marinos pueden ser pelágicos (viven en la columna de agua) o bentónicos (viven en el fondo marino). Los anfípodos pelágicos son comidos por aves marinas, peces, y mamíferos marinos. Los anfípodos terrestres como los Talitridae viven en la arena, guijarrales, o en playas.

A diferencia de otros crustáceos como los decápodos, no presentan caparazón. A diferencia de los isópodos cuyos apéndices torácicos y abdominales son muy similares, los anfípodos presentan varios grupos de apéndices que difieren en forma y función. ​

Su cuerpo está comprimido lateralmente y dividido en cabeza (cefalón), tórax (pereión) y abdomen (pleón), al igual que ocurre en todos los crustáceos. El cefalón presenta un par de ojos sésiles, a diferencia de otros crustáceos como los decápodos cuyos ojos son pedunculados.

Estructura corporal

Su pereión está compuesto por ocho segmentos o pereionitos, cada uno con un par de apéndices, sin embargo, el primer perionito está fusionado al cefalón, de manera que los apéndices de este segmento pasan a tener función trófica y a denominarse maxilípedos. De los siete pares de apéndices restantes los dos primeros, más desarrollados y llamados gnatópodos, son utilizados para capturar el alimento, mientras que los cinco pereiópodos restantes suelen ser locomotores. Es frecuente que el máximo grado de desarrollo de los gnatópodos aparezca en machos adultos.

Distribución y vida

Muchas especies de anfípodos pelágicos son mutualistas o (usualmente) parásitos, viviendo en asociación con invertebrados Scyphozoa y Salpidae. Phronima es un género relativamente común de los anfípodos pelágicos que matan y limpian los cuerpos de los Salpidae para vivir dentro y cuidar a sus crías.

De las relativamente pocas especies de vida libre, los anfípodos planctonicos, donde el más abundante de todos es Themisto gaudichaudii; que vive en el océano Antártico, este anfípodo se congrega en densas formaciones, siendo un voraz predador de copépodos y otros pequeños miembros del zooplancton.

Los copépodos, kril y Salpidae, mayoritariamente herbívoros, el carnívoro Themisto es el más abundante miembro del mesozooplancton en el océano Antártico.

En mares fríos, los anfípodos bénticos son enormemente diversos y abundantes. En aguas antárticas, los anfípodos son los más abundantes crustáceos bénticos. Algunos son forrajeros, muchos son omnívoros, algunos son carroñeros similares a las pirañas: rápidamente limpian las carcasas de los animales muertos. Los anfípodos son uno de los pocos grupos de animales frecuentemente vistos cuando submarinos descienden a partes abisales del océano. Otros anfípodos bentónicos son el alimento primario de las ballenas grises.

Fuente: El Vanguardista (España)
 
 

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