'No hay ni un mínimo monitoreo de lo que pasa con los agrotóxicos'

El referente en temas ecológicos Santiago Muhape advirtió que actualmente hay un vacío legal en la regulación del uso de agroquímicos en Chacabuco. Ello se debe a que la ordenanza referida a este tema, que se sancionó hace más de tres años, aún no se encuentra reglamentada.

Alimentos y Tóxicos06/05/2020
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Además, planteó la necesidad de hacer un trabajo de 'concientización y acompañamiento' con los productores, para que vean que, además de ser más sana, la agroecología puede ser más rentable.
Muhape recordó que el 15 de febrero de 2017 -'justo en el Día Internacional del Cáncer Infantil', afirmó- el Concejo Deliberante de Chacabuco aprobó la ordenanza a la que se denominó De Buenas Prácticas Agrícolas.
'Esa ordenanza no tiene nada de buenas prácticas', agregó el referente ecologista, y aclaró que, pese al tiempo transcurrido, la norma no fue reglamentada, por lo que no se encuentra en vigencia. Como consecuencia de eso, siguió, 'no hay un mínimo monitoreo de lo que pasa en el campo, que está al libre albedrío de lo que le parezca a cada uno'.

'Por eso es que yo mismo, sin ser un ente de monitoreo, recibo quejas de muchísimos vecinos a los que están fumigando, pero cuando van a hacer la denuncia nadie se las toma. ¿Por qué? Porque no se sabe quién controla esto. Nadie controla quién fumiga ni las dosis con que se lo hace. Entonces, es un viva la pepa', afirmó.

'Un vacío legal completo'

'Estamos en un vacío legal completo', expresó Muhape, que en la semana tuvo una charla sobre este tema con el intendente Víctor Aiola; el secretario de la Producción, Julián Ramundo, y el director de Medio Ambiente, Marcos Pinto. También se reunió recientemente con el concejal oficialista Rodolfo Serritella.
'Le pedí la reunión a Aiola para plantearle esta cuestión y ver si podemos trabajar en cuestiones que tengan que ver con plantear alternativas productivas amigables con el medio ambiente. No se trata sólo de prohibir, sino de plantear propuestas para que no se continúe produciendo de esta manera'.
Muhape no dudó en considerar que la falta de reglamentación de la ordenanza se hizo en forma adrede.
'Para mí, es una trampa de la gente de Aapresid', dijo, en referencia a la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa. 

'Esto es algo que pasa en todas partes -aseveró-. Cuanto más tiempo tarde en regularse el tema, más tiempo se puede hacer lo que cada uno quiera, lo cual significa muchísimos litros de agrotóxicos, que se venden en dólares, porque no podemos ser ingenuos. Es un negocio tremendo. Cuanto más se regule, menos agrotóxicos podrán usarse. Entonces, eso no es algo que le interese a las empresas, y en la Asociación de Ingenieros Agrónomos son voceros, de alguna manera, de estas compañías que venden agroquímicos'.
En su opinión, el punto más negativo de la ordenanza en cuestión, que es la número 7077/17, es, primero, que se hable de 'buenas prácticas agrícolas'.

A simple vista podemos ver que los transgénicos cada año son más fumigados, debido a la resistencia a las plagas. Entonces, se sostiene una agricultura plenamente contaminante, afirmó.

Además, cuestionó que la ordenanza genera 'una confusión' entre una zona a la que se denomina 'de exclusión', en la que no podría haber fumigaciones, 'pero encima de esa pone a la zona de amortiguamiento', en la que sólo pueden usarse los productos definidos como 'de banda verde'.

'Hasta el borde de las casas'

'O sea que ahora se podría fumigar con agrotóxicos de banda verde hasta el borde de las casas y al lado de las escuelas sin ningún problema. Lo que no dijo la Asociación de Ingenieros Agrónomos es que los nuevos transgénicos resisten la fumigación con un paquete tecnológico mucho más complejo. Hace unos años hablábamos de la soja RR, o sea, resistentes al herbicida Round Up. Ahora hay una nueva generación, como la llamada RR2, que son semillas transgénicas que resisten pulverizaciones que se hagan con tres o cuatro sustancias diferentes. O sea que al glifosato, que hoy se usa en catorce veces más cantidad que en la década del '90, le sumamos otros agrotóxicos', manifestó.
Muhape aseguró que no hay 'una autoridad competente en Chacabuco' que tome cartas en este asunto, 'salvo algunas denuncias puntuales en las que la Dirección de Ambiente tuvo que actuar, mandando a la Policía, como en este caso de los bidones que se encontraron, o cuando hay una fumigación muy escandalosa'.
'Esos son casos puntuales, porque después, todos los días uno escucha que han estado fumigando cerca de casas, y se ven videos o fotos de cosas que pasan en distintos lugares, como Cucha Cucha o en Rawson. Entonces, ¿quién es la autoridad y qué fuerza tiene para cumplir este rol de monitoreo? ¿Tiene gente capacitada para andar por los campos controlando si se fumiga, con qué se fumiga y si el que lo hace está autorizado? No la tiene. O sea que tenemos una actividad que en Chacabuco es protagónica, como el agro, pero que se hace sin control de impacto ambiental, y hacen lo que quieren. Seguramente, hay productores que hacen esto de manera prolija, conozco gente así, pero no son los más', afirmó.

Muhape también cuestionó que la ordenanza establece que 'los mismos fumigadores y los ingenieros' son los que deben controlar las aplicaciones.
'Eso es medio raro. Además, deja afuera al Estado de un rol que debe cumplir en defensa de la salud, porque antes de ser una cuestión de producción este es un tema de salud pública', aseguró el referente ecologista, para quién lo que debe debatirse primordialmente es qué hacer en esas zonas periurbanas en las que el campo y las poblaciones conviven.

Acompañar al productor

A su criterio, todo el debate 'debe ir acompañado de una concientización del productor para que no se vea impedido de producir'.
'Tiene que haber un límite, que sea controlado por alguien, para que se diga 'hasta acá se puede y hasta acá no', porque esto afecta la salud', dijo Muhape, y opinó que las que están funcionando bien son las experiencias en las que el Estado 'va acompañando y mostrando políticas productivas que no impliquen solamente prohibir'.
'De esa forma podemos ir hacia un cambio en el paradigma productivo, que es un trabajo que está haciendo Eduardo Cerdá con la Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología (Renama). Es un trabajo distinto en el que se acompaña, principalmente, a los productores que están cerca de zonas urbanas y mostrándoles que un tipo de agricultura así es posible. En eso hay un rol importante de los municipios', manifestó Muhape, para quien se trata 'de un trabajo de convencimiento y de que se puede producir de otra manera'.

Al productor vamos a convencerlo no sólo porque sea ecológico, sino cuando con esa producción gane tanto o más de lo que gana ahora, afirmó.

Por último, destacó que en la reunión con el Intendente, Aiola se comprometió a trabajar en organizar actividades 'que muestren que hay una agricultura diferente' y que sean abiertas a toda la comunidad.
'Esta es una cuestión que nos involucra a todos, más en Chacabuco, donde tenemos una realidad de muchas enfermedades ligadas a los agrotóxicos, que es algo que no es estudiado de manera idónea. Es muy notorio que en Chacabuco hay muchísimos casos de cáncer y de enfermedades neurológicas. Por eso, tenemos que abrir un debate en el que estemos todos', finalizó.

Fuente: Diario De Hoy (Argentina)

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