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Un ambicioso proyecto de Silicon Valley quiere ayudar a restaurar el hielo del Ártico y al hacerlo, estabilizar las temperaturas globales cubriendo la región con diminutas perlas de vidrio
Agua y Glaciares 06/05/2022La geoingeniería del planeta ha sido una constante en las películas de ciencia ficción, donde los ingenieros emplean una variedad de métodos para enfriar la tierra inundando la atmósfera con polvo reflectante para reflejar el calor, o colocando un enorme filtro solar para protegernos del sol. Pero la geoingeniería a gran escala de la Tierra, en estos días, no ha sido parte seria del discurso sobre el cambio climático hasta hace muy poco.
Un nuevo enfoque de científicos de Stanford y la NASA podría cambiar todo eso: Arctic Ice Project, una organización sin ánimo de lucro fundada por el Dr. Leslie Field, profesor consultor de Stanford, y ex-alumno del MIT & UC Berkeley. La Dra. Field comenzó su trabajo en esta área en 2006, cuando se preguntó: «Si no soy yo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?«
La Dra. Field y su organización Arctic Ice Project presentan el tema como tal: El hielo ártico está desapareciendo rápidamente de las aguas del norte. El deshielo del Ártico parece ser un peligroso circuito de retroalimentación que puede provocar un calentamiento más rápido de la Tierra. El hielo de la región polar refleja más del sol que el océano abierto, actuando como un escudo térmico natural. Con menos hielo disponible, se absorbe más calor, lo que a su vez resulta en menos hielo, y el ciclo se acelera. Dado que la capa de hielo del Ártico ha perdido el 75% de su volumen desde 1979, parece que estamos en este ciclo.
Arctic Ice Project propone una solución que suena difícil de creer, pero que parece estar respaldada por el rigor científico. La solución son perlas de vidrio blancas huecas, que deben esparcirse sobre el hielo en lugares estratégicos del Ártico. Las perlas flotan en el agua y se pegan cuando están en contacto con el hielo. Al hacer que el hielo joven y de baja reflexión sea más reflectante y aumente su volumen, el hielo absorbe menos calor, y se derrite de forma más lenta, conservándolo durante más tiempo y, a su vez, conservando el efecto de escudo térmico.
Tras las pruebas realizadas a principios de 2013, 2017 y 2018, en las que la organización tenía permisos para cubrir 17.500 y 15.000 metros cuadrados (respectivamente) de hielo del Ártico con un sistema de despliegue automatizado, Arctic Ice Project publicó un documento sobre su investigación en mayo de 2018, y el esfuerzo sigue cobrando impulso. Se espera proteger entre 15.000 y 100.000 kilómetros cuadrados de hielo en el Estrecho de Fram o Beaufort Gyre en el Ártico dentro de unos años, a un coste que, según se afirma, es una décima parte de otros métodos (pero que todavía requiere de cientos de millones de dólares).
Otro método relativamente bien probado sería bombear agua de mar fría sobre hielo para construir artificialmente espesor. Es una teoría sólida, pero alimentado con energía eólica requeriría la instalación de alrededor de 10 millones de bombas para cubrir sólo el 10% del Ártico.
Arctic Ice Project ofrece detalles considerables sobre sus perlas de vidrio, que están hechas de dióxido de silicio. De hecho, el silicio es el principal componente del 95% de las rocas de la tierra, y 2.800 millones de toneladas se encuentran actualmente en el océano como sílice disuelto.
Arctic Ice Project dice que su programa de pruebas «no ha mostrado ningún impacto adverso en la vida silvestre» y son muy claros al afirmar que sus perlas no son una fuente de microplásticos. De hecho, el material podría finalmente disolverse para formar parte del sílice que se encuentra en el océano, alimentando el ciclo natural de sílice del que dependen muchos organismos.
¿Funcionará Arctic Ice Project? Su apasionado equipo así lo cree. Puede llegar a ser una necesidad a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan drásticamente, cosa que parece no va a suceder.
No es una produccion propia, la fuente es Eco Inventos (.com)
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