Conservas: el valor de lo orgánico pisa fuerte en el mercado externo

Los productos alimenticios gourmet quizá sean el as bajo la manga para destacarse en el mundo y posicionar a la Argentina como un gran productor y exportador.

Alimentos y Tóxicos27/07/2020
Fruta

Ganan nuevamente protagonismo dentro del sector agroalimentario, que aporta el 65% del total de las exportaciones argentinas. Se trata de un sector federal conformado por economías regionales y prácticamente integrado por pymes.

Conservas, mermeladas, aceites de oliva, aderezos, infusiones y otra gran variedad de productos se encuentran dentro de una categoría que sostiene su demanda, tanto en el mercado interno como en el internacional. Es el caso de la empresa Nuestras Manos, de Godoy Cruz, Mendoza, fundada por Igor Baratoff y su esposa, Marcela Mayorga.

Nació en enero de 2001 como alternativa a los ingresos familiares, a pesar de que el matrimonio tenía otro métier (él, ingeniero en Sistemas Informáticos, y ella, meteoróloga). "Quisimos continuar la tradición familiar mendocina de elaborar conservas y mermeladas de manera artesanal", cuentan. Cada verano se elaboraban para consumo propio mermeladas, duraznos en almíbar y tomates perita en mitades, todo en pequeños lotes de conservas.


Quisimos continuar la tradición familiar mendocina de elaborar conservas y mermeladas de manera artesanal


"Con el correr de los años expandimos nuestro establecimiento creando y ampliando nuestra línea de productos y utilizando siempre materia prima fresca, madura y de excelente calidad de los oasis mendocinos", agregan. Hoy la línea de productos está compuesta por duraznos orgánicos en almíbar pelados a mano, mermeladas orgánicas, pulpa de tomate y pulpa de arándanos sin azúcar, entre otros. "Todos los productos son 100% naturales sin agregados de conservantes ni aditivos químicos", cuenta Baratoff. A partir de 2015 tomaron la decisión de agregar valor a los productos mediante certificaciones como la de libre de gluten, alimentos orgánicos y kosher, además de incorporar la trazabilidad por la demanda cada vez mayor de distintos nichos de mercado. También obtuvieron el Sello Alimentos Argentinos otorgado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación para alimentos tangibles con valor agregado y forman parte del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO).

Traspasar las fronteras e internacionalizar la empresa fue su siguiente objetivo. "Mediante viajes y participaciones en exposiciones internacionales, llegamos con nuestros productos a la SIAL de París; ExpoNatural West, de Anaheim, California; ExpoAlimentaria de Lima, Perú; rondas de negocios inversas y exposiciones locales. También, al ser parte de MAPO, pudimos conocer a otras empresas elaboradoras de orgánicos y productores primarios. Eso nos permitió mostrarnos como empresa, vincularnos con otros, aprender y estar donde hay que estar. Hoy el confinamiento nos encuentra en reuniones por Zoom con potenciales clientes del exterior, envío de muestras, y correos electrónicos".

"Con todas estas acciones nos dimos cuenta de que teníamos productos con gran valor agregado para ofrecer al mundo: artesanales, sabrosos, como los hacía la abuela, 100% naturales, hechos a mano, orgánicos, libres de gluten, sustentables", resalta Baratoff.

Pero exportar productos alimenticios no es nada fácil en Argentina. Su primera exportación fue a México, a pedido. "Nos demandó casi 1 año entre registros de nuevos productos e inscripciones. Comprendimos que internacionalizar la empresa es un proceso y siendo una pequeña pyme el esfuerzo es doble. El premio reconfortante es ver tu producto por el mundo". Recuerda: "Habíamos paletizado 5 pallets (tarima de madera) y nos dimos cuenta en el momento en que cargábamos el camión e que no tenían el tratamiento fitosanitario requerido para exportar ni su certificado. Tuvimos que salir corriendo para conseguirlos y luego desarmar los pallets y volver a armarlos".

Exportan el 20% de sus productos a México, Estados Unidos, Canadá, Israel y Brasil, y tienen pensado para lo que va del año triplicar sus exportaciones. "En lo personal pienso que un país con estabilidad, con constancia y políticas claras a largo plazo es lo que necesitamos. Bajaría incertidumbre y potenciaría el crecimiento, el desarrollo, la inversión. El Covid-19 nos encontró, allá por marzo, en plena cosecha y producción de nuestros productos. Redoblamos esfuerzos y trabajamos mas, pero pudimos adaptarnos y superarlo. Seguimos mirando el futuro", finaliza Baratoff.

Fuente: La Nacion (Argentina)

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