
Representantes de 184 países debatieron en Ginebra un acuerdo internacional para frenar la contaminación plástica; la Argentina mantiene una postura alineada con Estados Unidos
Las mascarillas y guantes usados para evitar la propagación de la covid-19 tienen en jaque al planeta, pues estos desechos van a parar no solo en las calles, sino en los océanos y otros ecosistemas. Le contamos de qué se trata la iniciativa
Residuos15/06/2021En 2017, Jean-Marc Neveu y Olivier Civil nunca pensaron encontrarse luchando contra la contaminación de mascarillas desechables, cuando fundaron su empresa de reciclaje Plaxtil, en Châtellerault, Francia. En sus inicios se fijaron en los residuos textiles. Desarrollaron un proceso para convertir tejido en un nuevo material reciclable, que ellos describen como "plástico ecológico”.
Pero tan pronto como las mascarillas se convirtieron en el atuendo estándar para ayudar a combatir la propagación de la covid-19, los socios empezaron a encontrar mascarillas esparcidas por las calles y parques de su ciudad, que habían sido desechadas o perdidas.
No podíamos simplemente ignorar este desperdicio. Habíamos encontrado una solución para reciclar tejidos, tal vez podíamos encontrar una para reciclar mascarillas
explica Neveu.
En julio, la compañía comenzó uno de los primeros programas de reciclaje de mascarillas desechables y desde entonces ha procesado más de 100.000 unidades. Neveu y Civil no trabajan con mascarillas quirúrgicas utilizadas por profesionales sanitarios, que se eliminan por separado como residuos clínicos en los hospitales. Y aunque podrían procesar mascarillas de tela, se han centrado en las desechables fabricadas a partir de plástico.
La evidencia de la contaminación pandémica se puede encontrar tanto en playas aisladas alrededor de Hong Kong como en la costa Azul francesa.
Como muchas de las telas producidas en masa con las que solían trabajar contienen grandes cantidades de fibras plásticas, fueron capaces de ajustar su proceso existente para tratar con la composición plástica de las mascarillas.
Las partes recolectadas se exponen a luz UV para matar todas las partículas de virus restantes y luego se introducen en una trituradora. Las mascarillas trituradas se mezclan con plástico adicional y se procesan en nuevos productos. Se trata de productos que también son necesarios para combatir la propagación del coronavirus, como las correas de sujeción de las propias mascarillas, los cierres de los protectores faciales o los abre puertas para residencias.
No solo en las calles de Châtellerault se acumulan residuos de la contaminación pandémica, sino también en las playas y océanos del mundo. Una vez allí, pueden tardar hasta 450 años en degradarse y desaparecer.
Esther Röling, coorganizadora de la campaña de limpieza "Adventure Clean Up Challenge”, que se celebra anualmente en la isla de Hong Kong, ha visto estos residuos de primera mano. En octubre, el desafío deportivo enfrentó a diferentes equipos en una competición para extraer la basura de 13 zonas costeras de difícil acceso alrededor de la ciudad.
Röling informa que encontraron toneladas de mascarillas desechables y reutilizables. "Uno se pregunta cómo han llegado hasta ahí. ¿Se arrojaron simplemente al suelo? O ¿estaban en una bolsa de basura que se abrió y cayeron?”
La contaminación de mascarillas desechables se está acumulando no solo en calles y parques, sino en playas remotas y océanos.
A casi 10.000 kilómetros de distancia, en Antibes, en la soleada cosa Azul (también conocida como Riviera Francesa), se puede encontrar una imagen similar. Durante los últimos meses, buzos y voluntarios de limpieza, que trabajan con la ONG Opération Mer Propre, han recogido un número creciente de mascarillas en tierra y mar.
Desde el comienzo del confinamiento hasta hoy hemos recolectado casi 1.000 mascarillas
cuenta el cofundador, Joko Peltier.
Según estimaciones de la ONU, hasta el 75 por ciento de todo el plástico asociado a la pandemia podría terminar como residuo en océanos y vertederos.
Sin embargo, no todos los expertos creen que sea posible el reciclaje de estos residuos a escala mundial.
Lo que los movimientos ciudadanos están haciendo en las playas es muy beneficioso, pero una vez que se recogen los residuos, deberían ir a un vertedero o un incinerador
explica Jonathan Krone, ecologista industrial y profesor invitado de estudios ambientales en Boston College.
A diferencia de una start-up muy especializada como Plaxtil, Krone explica que los procesos de producción en la mayoría de plantas de reciclaje convencionales no se pueden adaptar fácilmente.
Incluso en países con una sólida infraestructura de reciclaje, los sistemas están diseñados para clasificar tipos específicos de residuos como botellas o cartón.
Imagino que sería técnicamente factible desarrollar un proceso de separación para filtrar las mascarillas, pero no hay suficientes para que este proceso sea económicamente viable
dice Krone .
Recoger las mascarillas del medio ambiente es una tarea difícil y costosa, así como separarlas de la basura en la que terminan junto con otros residuos, según el ecologista industrial. Y es que cada mascarilla solo pesa una fracción de gramo.
"Se necesitan grandes cantidades de materia prima de calidad para que las inversiones en tecnología y sistema de reciclaje dé sus frutos”, resume.
Fuente: Semana (.com)
Representantes de 184 países debatieron en Ginebra un acuerdo internacional para frenar la contaminación plástica; la Argentina mantiene una postura alineada con Estados Unidos
El país produce 45.000 toneladas de residuos al día, y gran parte termina en basurales a cielo abierto que liberan gases de efecto invernadero y afectan la salud
Voluntarios de toda Sudamérica monitorearon 179 playas en 10 países y descubrieron que el litoral peruano mantiene niveles críticos de contaminación costera
Utilizan nuevos biomateriales para fabricar empaques y packaging sin plástico. ¿Hay oportunidad en el mercado local e internacional para estos productos?
La ONG Desierto Vestido, junto con otras organizaciones, crea una plataforma que recupera las prendas de segunda mano abandonadas para regalarlas a consumidores
La Selva Amazónica es responsable de hasta el 70 por ciento del agua que sirve a la generación hidroeléctrica de Brasil. De ahí, la relevancia de impedir su deforestación y estudiar los patrones climáticos
La riqueza de sus tierras pone a un pueblo del archipiélago de las Molucas entre la espada y la pared
Centros de datos del Reino Unido consumen hasta 10.000 millones de litros de agua al año: autoridades promueven “decluttering digital” como medida de ahorro
La Corte Suprema ordenó frenar la explotación petrolera y activar un plan de recomposición ambiental; la causa fue iniciada por vecinos
Algunas islas incluso se enfrentan a la sombría posibilidad de ser abandonadas o hundirse bajo el océano. Esto plantea una pregunta jurídica sin precedentes: ¿pueden estas pequeñas naciones insulares seguir siendo consideradas estados si su territorio desaparece?