¿Cuáles son los límites planetarios que debemos cuidar?

Los ha identificado un grupo de científicos y se han expuesto en un documental de Netflix. Conocerlos es comprender la importancia de actuar para no romperlos

Cambio Climático15/06/2021
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Los nueve límites planetarios. En 2009 el científico y ex director del Stockholm Resilience Centre Johan Rockström dirigió un grupo de 28 investigadores con un propósito desafiante: identificar los procesos que regulan la estabilidad y resiliencia del sistema terrestre. El resultado: los nueve límites planetarios.

Dentro de estos límites (color verde) la humanidad podría continuar desarrollándose en el presente y futuro en una relación armónica con la naturaleza. Pero cruzar esos límites (color naranja y rojo) incrementa el riesgo de cambios en el ambiente. Romperlos puede significar que esos cambios sean irreversibles.

Estos límites planetarios son los protagonistas del reciente documental de Netflix Breaking Boundaries: The Science of our Planet (presentado en español como Los límites de nuestro planeta - una mirada científica), que cuenta con la participación y explicación del propio Rockström y con la narración de David Attenborough. Aquí los repasamos para conocerlos, comprenderlos e involucrarnos en acciones que nos permitan mantener dentro de ellos.

  • Cambio climático. Aún en naranja, pero estamos dando pasos agigantados para llegar a rojo. Casi como tirándonos de cabeza y siendo conscientes de ello. Las causas y sus efectos ya los venimos trabajando en PLANETA. Pero aquí lo más importante de comprender es cuánto tiempo más se puede permanecer cambiando el clima antes de que sus cambios se tornen irreversibles.
  • Contaminación química y liberación de entidades nuevas. Las emisiones de ciertas sustancias químicas procedentes de, por ejemplo, metales pesados y materiales radioactivos es una de las afectaciones al ambiente introducidas por el ser humano y su persistencia puede llegar a tener efectos irreversibles. Mayores medidas de preocupación y profundizar en su investigación entre las acciones necesarias para evitar pasar al naranja.
  • Agotamiento de la capa de ozono. La capa de ozono es la que filtra la radiación ultravioleta del sol. Si disminuye, pasará a la tierra mayor cantidad de radiación, eso no sólo afecta a los ecosistemas sino que también a nosotros exponiéndonos a una mayor incidencia de cáncer de piel. Gracias al Protocolo de Montreal y a la prohibición del uso de aquellos aerosoles y productos que incidían en su apertura (agujero), hoy nos encontramos dentro de este límite.

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Johan Rockström, científico que dirigió el proyecto de investigación sobre los límites planetarios | Foto: Netflix


  • Aerosoles atmosféricos. Los aerosoles juegan un rol importante en el ciclo del agua y en el clima. Con la contaminación y los cambios en el uso del suelo, modificamos la carga de esos aerosoles lo cual impacta con efectos adversos en organismos vivos. Este límite aún requiere de mayor investigación porque el comportamiento de los aerosoles en la atmósfera es complejo.
  • Acidificación del océano. A más emisiones, más CO2 también absorben los océanos. Ello cambia el pH del agua, lo disminuye y aumenta su acidez, con consecuencias graves para la biodiversidad debajo del mar y para todo el planeta. Aún cuando se definen como dos límites separados, actuar ante el cambio climático reduciendo las emisiones, impactará favorablemente en la acidificación del océano.
  • Ciclo del nitrógeno y del fósforo. Un ciclo quizás desconocido por muchos y vital para el crecimiento del plantas, pero que hemos alterado a través de procesos agrícolas e industriales (especialmente por fertilizantes químicos). El nuevo nitrógeno se emite a la atmósfera en lugar de ser absorbido por los cultivos. En la misma línea el fósforo termina en cursos de agua.
  • Consumo de agua dulce y ciclo del agua. El cambio climático y las actividades humanas de consumo son las que más están presionando el ciclo del agua. Las tendencias crecientes de sufrir estrés hídrico aumentará la presión entre comunidades para poder acceder al recurso.
  • Cambios en el uso del suelo. Hemos convertido bosques en campos de monocultivo, hemos reducido la cantidad de aves silvestres y aumentado la de corral. Estos cambios en el uso del suelo respondiendo sólo a una productividad intensiva y extractiva inciden en la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y otros de los límites planetarios. Cantidad, función, calidad y distribución de tierra tendrían que ser los elementos para un uso más sostenible del suelo y para una protección de los ecosistemas en riesgo que no deberían explotarse.
  • Pérdida de biodiversidad y extinciones. Rojo, rojo, rojo. Así estamos con este límite. La demanda de alimentos y la explotación intensiva de recursos naturales (ambas actividades humanas) son las principales causas de la cada vez mayor destrucción de los ecosistemas y la consecuente pérdida de biodiversidad. Mejorar la relación con los ecosistemas y proteger la integridad de biosfera serían los pasos necesarios para retroceder al seguro lugar verde.


Dentro y fuera de los límites. Aquí la imagen de portada, pero con los detalles para comprender cuáles son aquellos límites dentro de los cuales nos mantenemos (color verde) y cuáles son aquellos que ya venimos sobrepasando entrando en zonas de incertidumbre (color naranja y rojo). Esto podrá mejorar o empeorar en función de cómo la humanidad elija actuar no mañana, sino hoy.

Podría haber hecho un apartado de las acciones necesarias ante ellos, ejemplo: frente al cambio climático, debemos impulsar la mitigación y adaptación; frente a la pérdida de biodiversidad, debemos poner fin a aquellas actividades que nos están llevando a depredar los ecosistemas y las especies.

Un elemento importante para la acción: estos límites se superponen y, por lo tanto, también lo hará la acción. Ejemplo: actuar ante el cambio climático tendrá un impacto positivo también para la biodiversidad y el ciclo del agua. De allí quizás la complejidad del problema y el desafío en la acción urgente y ambiciosa que se necesita.

  • Para ver I. Definitivamente el documental. Es una muy buena oportunidad de profundizar en este pantallazo que busqué darte sobre los límites planetarios. Ya está disponible en Netflix.
  • Para ver II. La charla TED del científico Johan Rockström en la que presenta los límites planetarios.

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En tres ejes: la transición energética en países en desarrollo. La Agencia Internacional de Energía (IEA) no deja de informarnos con nuevos reportes para acelerar la transición hacia un modelo energético en línea con los compromisos climáticos.

Esta vez nos ha presentado el informe sobre Financiamiento de las transiciones de energía limpia en economías emergentes y en desarrollo, es decir, con foco en los países con mayores dificultades (especialmente financieras) para implementar políticas de acción climáticas y, al mismo tiempo, los más vulnerables ante los efectos del cambio climático.

Le di una lectura y aquí comparto tres hallazgos destacados.

  1. La inversión en energía limpia en estos países debe ser una prioridad mundial. Es la principal conclusión del informe. Para que las economías emergentes y en desarrollo puedan alcanzar un futuro sostenible se necesitan de mayores esfuerzos internacionales de inversión en energía limpia. Es decir, que se acelere la movilidad de capitales financieros hacia estos países. Desde el Banco Mundial, por ejemplo, han dicho que continuarán apoyando a los países que busquen dejar de usar los combustibles fósiles y aumentar las inversiones en energía renovable.
  2. Los países en cuestión deben superar sus obstáculos internos. Es decir, deben trabajar en aquellas limitaciones que hoy no hacen atractivo invertir en sus territorios. Ejemplo de ello son los riesgos para los inversores, la disponibilidad de proyectos financiables, la solvencia crediticia y la inestabilidad monetaria.
  3. La inversión anual en energía limpia en estos países debe aumentar en más de siete veces. Debe pasar de 150 mil millones de dólares en 2020 a más de un billón de dólares para 2030 para poder ubicarse en la senda de la neutralidad en carbono a 2050.

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Cambio climático y océanos. Te había anticipado que ayer, 8 de junio, era el Día Mundial de los Océanos. Bueno, muchas veces creemos que el cambio climático afecta sólo donde estamos con los pies en la tierra y lo cierto es que nos estamos olvidando de los océanos, magníficos reguladores del clima.

Con motivo de la fecha, el Copernicus Marine Service reportó algunos datos del estado de situación y... no es muy bueno. Los océanos absorben casi el 90% del exceso de calor procedente de nuestras actividades. Sólo en las últimas tres décadas, esto ha provocado un notable aumento de la temperatura media mundial de la superficie del mar. Y ese incremento de la temperatura es responsable del 40% del actual aumento del nivel del mar. Esto afecta los ecosistemas marinos y la cadena alimentaria, al tiempo que pone en riesgo a las comunidades costeras.

Por todo esto, es importante avanzar en la acción ante el cambio climático, tanto en reducir las emisiones como en adaptarnos a los efectos ya presentes, incluidos aquellos que nos vinculan con los océanos.


En agenda: nuevo reporte de IPBES e IPCC. Hoy casi que hablamos a partir de un documental, así que mi recomendación cinematográfica se limita a Breaking Boundaries. A lo que sí tendremos que estar pendientes esta semana es al nuevo reporte que presentará la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

¿De qué se trata? Es el primer trabajo colaborativo de este tipo entre ambas iniciativas intergubernamentales que resumirá los resultados de un workshop científico sobre biodiversidad y cambio climático. Lo presentarán mañana, jueves 10. Por lo que en la próxima edición, definitivamente, profundizaremos en él.


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Ser sustentables: ¿y ser más felices con una dieta a base de plantas? Así lo demuestra una encuesta de Tracking Happiness que se realizó en Estados Unidos. Los veganos se situaron en 7.27 en una escala del 1 al 10 en términos de felicidad personal y los vegetarianos en 7.31, mientras que aquellos con una dieta a base de carnes lo hicieron en 6.80.


Al evitarle a los animales un sufrimiento atroz, ayudar a salvar el planeta y mejorar su propia salud, los veganos pueden disfrutar de una tranquilidad y conciencia limpia

dijo Mimi Bekhechi, vicepresidenta de Programas Internacionales de PETA.


¿Otro motivo, además del climático, para iniciar la transición a una dieta a base de vegetales?  

Fuente: RED/ACCION (.com)

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