Sostenibilidad productiva: bases para los próximos 150 años
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La pérdida y el desperdicio de alimentos también tienen una enorme carga ambiental. Cuando se pierden y se desperdician alimentos significa que se pierden todos los recursos que se han dedicado a hacerlos, como el agua, la tierra, la energía y otros
Alimentos y Tóxicos 06/10/2023 Marcos BachAl igual que en el resto del planeta, en Argentina enfrentamos varios desafíos ambientales cruciales. Hoy nos centraremos en tres de ellos: el suministro de alimentos, el calentamiento global y la degradación de nuestros suelos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo se desperdicia, lo que equivale a cerca de 1.300 millones de toneladas al año.
Este desperdicio no solo representa una pérdida económica significativa, sino que también contribuye en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La producción de alimentos que nunca se consumen es responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales de GEI. Además, según las estimaciones de la FAO, más del 30% de los suelos del mundo están degradados debido a la erosión, la contaminación y la sobreexplotación. Sin duda, es una cuestión apremiante, y quienes trabajamos en el sector ambiental tenemos la responsabilidad de proponer e implementar soluciones.
Nuestro equipo de desarrollo lleva más de 10 años trabajando en esta temática, y comprendemos que la divulgación es fundamental para el éxito de nuestra misión. Según el medio argentino MDZOL, algunas alternativas válidas para abordar el problema del desperdicio de alimentos en forma simple y aplicable en todas las geografías de nuestro país.
La producción de alimentos que nunca se consumen es responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales de GEI.
El reciclado de alimentos mediante el compostaje y la digestión anaeróbica no solo combate el desperdicio de alimentos, sino que también reduce significativamente las emisiones de GEI. El compostaje, por ejemplo, convierte los desechos de alimentos en abono rico en nutrientes que puede mejorar la calidad de nuestros suelos. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la agricultura sostenible, que incluye el uso de compost, tiene el potencial de capturar carbono del aire y contribuir a la mitigación del cambio climático.
La digestión anaeróbica, por su parte, es un proceso biológico que ocurre en ausencia de oxígeno, descompone los desechos de alimentos y otros materiales orgánicos para producir biogás, una fuente de energía renovable y un subproducto valioso que puede utilizarse para la generación de electricidad o como GNC verde. Después de extraer la energía disponible en los residuos, los nutrientes y la materia orgánica vuelven al suelo en forma de fertilizante.
Argentina ya cuenta con un marco normativo para llevar a cabo esta actividad de manera sistemática y segura (Resoluciones 19 / 2019 y 104 / 2023 de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación). Fabricación de suelos artificiales (tecnosuelos), reciclando residuos de la cadena de producción: Además de reducir el desperdicio de alimentos, debemos considerar la posibilidad de reciclar los residuos que inevitablemente queden. Esto incluye no solo los desechos de alimentos, sino también otros tipos de residuos, como los lodos cloacales y los residuos de la cadena de producción de alimentos.
La fabricación de suelos artificiales o "tecnosuelos" utilizando estos productos que antes eran considerados residuos puede ayudarnos a cerrar el ciclo y aprovechar al máximo los recursos devolviendo nutrientes como el fósforo, nitrógeno y carbono orgánico al suelo. Se reduce aún más la presión sobre el medio ambiente.
Es fundamental reducir la cantidad de desperdicios de comida.
Es fundamental reducir la cantidad de desperdicios de comida. Para lograrlo consumí de manera responsable: comprá solo lo que necesitas, buscá productos que se produzcan localmente y estén en temporada, así contribuís a reducir las emisiones de GEI asociadas con el transporte de alimentos a larga distancia y apoyas a los agricultores locales. Pero eso no es todo. Desde nuestro lugar, podemos seguir tomando acción:
Fomentar el reciclado local: a nivel comunitario, podemos participar en programas de reciclaje de alimentos o compostaje. Si aún no existen en nuestra área, consideremos trabajar con vecinos y organizaciones locales para implementarlos. Ejercer nuestro rol ciudadano: la sustentabilidad y el cambio climático son temáticas protagónicas en la agenda pública ambiental global. Es importante que participemos desde nuestro lugar en la sociedad y trabajemos colaborativamente con todos los actores sociales, como las ONGS, autoridades, organismos de investigación y universidades, para lograr que se promuevan políticas y programas de reciclaje de alimentos.
Concienticemos a nuestra comunidad a adquirir hábitos sustentables y a no enviar residuos orgánicos a basurales y rellenos sanitarios, para darles un nuevo propósito en la creación de abono o energía renovable.
Recordá que cada pequeña acción cuenta y que desde nuestro lugar podemos contribuir al bienestar de nuestra comunidad y del país en su conjunto.
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