Los Números de la selva amazónica de Brasil: Deforestación y Degradación del Suelo

Un informe de FAPESP indica que, aunque la deforestación se redujo en Brasil, la degradación del suelo aumentó significativamente. Este fenómeno tiene implicancias severas para la biodiversidad

Arbolado26/05/2025Marcos BachMarcos Bach
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MARCOS BACH

Un estudio reciente indica que la deforestación en la selva amazónica de Brasil se redujo un 54 % en los últimos dos años. Sin embargo, simultáneamente, la degradación de los suelos, atribuida a incendios y sequías, aumentó alarmantemente en un 163 %, según la investigación publicada este miércoles por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP).

El informe, elaborado por científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) junto con la Universidad de Sao Paulo, fue divulgado en la revista "Global Change Biology". Los hallazgos revelan que la degradación del terreno ha afectado de forma notable al ecosistema, eclipsando la importante caída en las cifras de deforestación entre 2022 y 2024.

A diferencia de la deforestación, que elimina completamente la cobertura vegetal nativa, la degradación dificulta la salud del bosque sin destruirlo por completo. Esto puede ocurrir a través de prácticas como la tala selectiva o como consecuencia de las sequías y los incendios forestales que han afectado a la región.

Según el estudio, hubo un incremento del 44 % en las alertas de degradación en la Amazonía entre 2023 y 2024 y un sorprendente 163 % en comparación con 2022. Este aumento se traduce en la degradación de aproximadamente 25.023 kilómetros cuadrados de selva, con un 66 % de estos casos atribuidos a incendios forestales.

En contraste, la deforestación disminuyó en un 27,5 % y un 54,2 %, representando el menor incremento en diez años. De acuerdo a datos del INPE, durante el período de referencia hasta 2024, se deforestaron 5.816 kilómetros cuadrados de selva.

Brasil, que alberga el 60 % de la selva sudamericana, se prepara para ser sede de la 30. Conferencia de las Partes (COP30) de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, programada para noviembre de este año en Belém, en el estado norteño de Pará.

La degradación es un proceso más difícil de identificar que la deforestación, ya que se presenta mientras el bosque aún permanece.

Guilherme Mataveli, investigador del INPE.

Otro coautor del estudio, Luis Aragao, coordinador del Programa de Investigación sobre Cambio Climático Global de FAPESP, acentuó que el propósito del trabajo es demostrar que los satélites son herramientas efectivas para identificar estos procesos de degradación.

Estos procesos han estado comprometiendo silenciosamente la integridad de nuestros bosques. Las tecnologías actuales no solo permiten monitorear eventos y reportar las emisiones de carbono asociadas, sino que también facilitan la planificación estratégica para una gestión territorial sostenible.

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