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Si las actividades de consumo masivo continúan, es muy posible que el Amazonas este completamente destruido para el 2064
Arbolado17/02/2021El oasis verde del planeta, una selva llena de árboles inmensos y un río basto. Esta es la historia de del bosque tropical más famoso del mundo: el Amazonas. Un santuario de naturaleza que se ve amenazado por el consumo humano y el cual podría estar completamente destruido en 2064, a no ser que las cosas cambien.
No todos sabemos lo que es presenciar la inmensa belleza de la selva amazónica; escuchar el viento en sus árboles, el eco de su río y las charlas de los miles de animales que ahí conviven. Los testigos más afortunados que conectan con su magia son los habitantes de algunas comunidades indígenas, los cuales protegen con ímpetu la enorme extensión de este paradisíaco oasis.
Sin embargo, hay otro grupo que yace en medio de esta selva natural. Las grandes empresas y sus ambiciosos planes económicos transforman rápidamente este paisaje de vida en un desierto sin futuro.
A partir de 2019 grandes incendios cubrieron las copas de los árboles más altos. La selva se comenzó a desmoronar lentamente, y lejos de terminar el ecocidio, éste parece seguir a paso firme sin remordimiento alguno. La deforestación de la selva más imponente del planeta avanza bajo el yugo de un gobierno ignorante. De acuerdo con un estudio, de continuar con este crimen la Amazonas colapsaría por completo en 2064.
Son exactamente 44 años para que el oasis del planeta desaparezca por completo (si se sigue a este paso). El punto de inflexión estará a menos de una vida humana promedio. Si la deforestación masiva continúa , los incendios y explotación del suelo, la Amazonia será algo menos que una sabana.
De acuerdo con el profesor y autor principal del estudio, Robert Toovey Walker, la selva tropical del Amazonas podría convertirse en un “bosque secundario degradado con baja biomasa”. La perturbación humana llegaría a tal grado que las plantas no podrían recuperarse, un sinfín de especies encontrarían la extinción y un caos natural se desataría en la zona.
La selva tropical, cálida y húmeda que hoy conocemos para 2064 se convertiría en una zona seca y vacía. Ni siquiera una sabana alcanzaría a evolucionar en un suelo dañado e intoxicado. El ecosistema del cual millones dependen desaparecería para dejar a su paso una tierra sin vida.
Según las estimaciones del estudio, el declive del Amazonas se debe a las perturbaciones humanas. La crisis climática más la deforestación y el desarrollo de campos de cultivo masivos amenaza el equilibrio de este ecosistema.
Principalmente, el 80% de la deforestación del Amazonas se convierte en campo para la cría de vacas para el consumo de carne y productos lácteos. Mientras el 20% restante se atribuye al cultivo de soja, aceite de palma y madera.
Asimismo, otra de las causas más relevantes es la falta de interés político sobre el establecimiento de normas para la protección de la selva tropical. Desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil, el Amazonas ha perdido más de 3,000 km2 de área boscosa, un 39% más que el gobierno anterior.
Si bien algunos políticos han decidido abandonar la protección del planeta o simplemente ignoran la existencia de una sobreexplotación ambiental, esto no significa que nosotros debamos creerlo también o incluso dejemos de luchar.
La única forma de permitir que el ambiente se reconstruya nuevamente es otorgándole respeto y descanso. Disminuir el consumo de productos que dañan el equilibrio del planeta. Luchar contra nuestras propias ideas de necesidad y desarrollo e implementar nuevas conexiones de vida. Está en nuestras manos exigir y hacer cambios. Si no queremos que en menos de 50 años la selva más inmensa del planeta haya desaparecido, entonces es tiempo de actuar.
Fuente: Ecoosfera (.com)
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