
El Observatorio de Acción Climática: El Espejo Crítico de la Agenda Ambiental Argentina
En un contexto de negacionismo creciente y desfinanciamiento estatal, esta herramienta es fundamental para fiscalizar la inacción
El informe presenta trayectorias que no responden al desafío de evitar la catástrofe climática, y sólo contiene líneas de actuación consideradas viables en el marco económico actual
Cambio Climático05/04/2022
Consideramos que con este informe es imposible encontrar trayectorias en el sistema económico que no sobrepasen el 1,5°C, es decir o se produce un cambio de sistema o no se podrá hacer frente a la crisis climática
La ciencia sigue alertando sobre la necesidad de no sobrepasar el umbral del 1,5°C y la sociedad civil seguirá presionando para avanzar hacia las alternativas reales
Hoy, 4 de abril del 2022, se ha publicado el informe del Grupo de Trabajo 3 del Panel Intergubernamental de Expertos contra el Cambio Climático (IPCC) sobre mitigación del calentamiento global. Desde Amigos de la Tierra alertamos sobre las contradicciones del texto y recalcamos que la ciencia tiene claro, y así lo ha transmitido en reiteradas ocasiones, que no debe superarse el umbral del 1,5°C.
No se supone que el IPCC haga recomendaciones políticas, pero efectivamente las hace. En este caso, presenta trayectorias de acción que sobrepasan el 1,5°C y recurre a falsas soluciones que ni siquiera se han probado, lo que supone un grave riesgo para la humanidad y el planeta. Destacamos que se trata de un informe basado en recomendaciones económicas cortoplacistas y no en recomendaciones científicas.
Las propuestas para combatir el cambio climático, recogidas en el nuevo documento, están basadas en modelos conservadores que se amparan en la suposición de un crecimiento económico continuo, sin considerar la opción ineludible de un cambio de sistema. Las trayectorias expuestas no responden al desafío de evitar la catástrofe climática. En cambio, contemplan incluir tecnologías no probadas, como la geoingeniería o la captura de carbono entre otras.
Tenemos claro que el mensaje central de la comunidad científica debe seguir vigente: es imprescindible y urgente llevar a cabo una transición justa, prescindir de los combustibles fósiles, y limitar así el riesgo de un calentamiento global incontrolable.
Una vez más, los hallazgos y conclusiones del IPCC se han convertido en un campo de batalla política. En informes recientes los países industrializados eliminaron del texto las referencias a la equidad, y en el último informe de febrero se libró una batalla en torno a las referencias de Pérdidas y Daños. No es de extrañar que las recomendaciones del nuevo texto respondan a los intereses de un modelo económico incompatible con la vida en la Tierra.
A pesar de los informes anteriores en los que el IPCC ha alertado una y otra vez de la necesidad de no cruzar la línea y situarnos en un cambio climático de no retorno, con este documento abren la puerta al 1,5°C para contentar a la élite económica mundial y traicionar al 99% de la humanidad. Esto deja claro, que el sistema actual no ofrece ninguna solución para enfrentarnos a la crisis climática. Necesitamos nuevas políticas que pongan a las personas y los ecosistemas en el centro.
Consideramos que la publicación de este informe desvela que la comunidad científica tiene razón en su evaluación de los impactos del cambio climático, pero los economistas no encuentran en sus modelos, basados en el sistema económico actual, líneas de acción para mantener el calentamiento por debajo del umbral de 1,5 grados. Esto refuerza la necesidad de un cambio de sistema que cumpla con mantener la temperatura por debajo de 1,5 grados sin sobrepasarlos ni recurrir a tecnologías no probadas. Estas invisibilizan la responsabilidad histórica y diferenciada entre países ante la crisis climática, una crisis climática que de no reducir las emisiones de forma drástica llevarán a los países del Sur Global a escenarios todavía más catastróficos.
El IPCC subrayó hace poco más de un mes que sobrepasar esta barrera podría precipitarnos a un punto de no retorno que desencadenaría impactos climáticos irreversibles. Ahora la prioridad de los responsables políticos y las comunidades debe ser poner fin a la era de los combustibles fósiles y transformar los sistemas socioeconómicos para garantizar sociedades bajas en carbono, sostenibles y basadas en la justicia climática, que pongan por delante el interés general de la población mundial.
No es una produccion propia, la fuente es Amigos de la Tierra (.org)

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