
La transición energética es, sin duda, una de las mayores prioridades globales del siglo XXI. Sin embargo, en medio de este fervor por un futuro verde, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante una burbuja en el sector de las energías limpias?
En el debate sobre la transición energética, una rama propone al gas natural como el reemplazo al petróleo
Energía renovable29/07/2024
Marcos Bach

Todo aquel que este en el mundo del ambientalismo o del cambio climático en algún momento se ha cruzado con la transición energética, esta idea de abandonar la dependencia hacia los combustibles fósiles para reemplazarlos con energía limpias. Lo cual suena como la utopía ambientalista y que resolvería parte de la crisis ambiental actual y a futuro.
Pero dentro de los debates sobre cual energía limpia elegir, surge la opciones del Gas Natural; el cual es un combustible fósil (Que contradicción). Esta elección se basa en los argumentos que este combustible emite entre 50%-60% menos CO2 que el carbón y un 30% al petróleo (Y otros gases de efecto invernadero); y hay abundancia de reservas que asegura una disponibilidad a corto y mediano plazo; mas la tecnología ya existente necesarias para la extracción.
Sin embargo estaríamos avanzado un escalo, en el cual no deberíamos detenernos, hacia un mundo sin fuentes energéticas fósiles. Para no "comerse el cuento" del Gas Natural, argumentar que este sigue siendo un combustible fósil, aunque emita menos CO2, que el carbón y el petróleo, sigue siendo una fuente de energía que contribuye al cambio climático; lo que se opondría al objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono. Sumado a que esta compuesto principalmente de metano (CH4), otro gas de efecto invernadero que impacta climáticamente a corto plazo.
Seguir apostando por el Gas Natural, como principal fuente energética global, significaría seguir apostando por los combustibles fósiles y retrasaría la transición energética hacia fuentes renovables y limpias. De ahí el planteamiento de que es un escalo, que ayudaría a bajar las emisiones y ganar tiempo mientras se desarrollan y mejoran las tecnologías de energía limpia, muchas están disminuyen costos y aumentan la eficiencia (Almacenamiento y distribución de la energía).
En resumen, el Gas Natural es una buena opción para un plan a corto plazo para reducir las emisiones de CO2 y mejorar la red de distribución de la electricidad; mientras se desarrollan las energías renovables. Además, en un escenario de un mundo potenciado por la energía solar y eólica, se necesitara tener una fuente energética de reserva que no sea intermitente, de ahí la idea conservar al Gas Natural.

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