30 de noviembre de 2021
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En 1987, con la publicación del informe Brundtland, el mundo se enfrentó una vez más con la terrible realidad de un entorno colapsado y surgió el concepto de desarrollo sostenible como una solución. Treinta años después, a pesar de los tremendos esfuerzos a nivel global y local, el progreso real hacia la sostenibilidad parece ser disuadido por las fuerzas oscuras de los mercados, los sistemas financieros y los lobbies corporativos. ¿Qué se puede hacer para revertir la situación y lograr resultados sostenibles?