
El Observatorio de Acción Climática: El Espejo Crítico de la Agenda Ambiental Argentina
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Los países pobres buscan fondos para afrontar los efectos del calentamiento global. Un pacto esperanzador entre Estados Unidos y China
Cambio Climático12/11/2021
Horas antes que finalicen las dos semanas de la cumbre del clima de la ONU (COP26), las delegaciones intensificaron sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo que frene el calentamiento global. El centro del debate estuvo ayer en la búsqueda de dinero para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los peores efectos.
Un primer borrador del acuerdo de la COP26 -que admite que los compromisos son insuficientes para evitar la catástrofe- recibió una respuesta dispar de activistas y expertos en el clima.
Sin embargo, un sorprendente acuerdo al final del miércoles entre China y Estados Unidos, los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, elevó las esperanzas de que las casi 200 delegaciones nacionales puedan fortalecer sus compromisos colectivos para hoy.
La “financiación climática”, o la ayuda a las naciones pobres más vulnerables a las inundaciones, las sequías y la subida de los mares provocada por el calentamiento global, se convirtió en un aspecto central de las negociaciones, a horas de que se conozca un nuevo borrador.
El presidente de la conferencia británica, Alok Sharma, dijo que este último borrador muestra un avance significativo, pero que no llega a la meta.
Los países en vías de desarrollo quieren normas más estrictas a partir de 2025, después de que los países ricos no cumplieron con su promesa de aportar 100.000 millones de dólares al año, destinados a ayudar a frenar las emisiones y hacer frente a los efectos del aumento de las temperaturas.
En cambio, el borrador del miércoles se limita a instar a los países desarrollados a aumentar la ayuda para los más pobres, y pide financiación a través de subsidios en lugar de préstamos.
Se espera que el objetivo de 100.000 millones de dólares, que de todas formas es insuficiente, tampoco llegue con los tres años de retraso anunciados. Todo eso socava la confianza y desalienta la idea de elevar los objetivos de reducción de emisiones.
La suma se divide en una parte para “mitigación”, es decir, para ayudar a los países pobres en su transición ecológica, y otra para “adaptación”, para ayudarles a gestionar los fenómenos climáticos extremos.
Un aspecto más polémico, conocido como “pérdidas y daños”, que compensaría a los países pobres por los estragos que ya han sufrido a causa del calentamiento global, causado en su mayor parte por las emisiones de las que son responsables los países ricos. Esta indemnización queda fuera de los 100.000 millones de dólares y algunos países ricos no reconocen la demanda.
Los países pobres dicen que un impuesto a los mercados de carbono supondría una ayuda fundamental, pero las naciones ricas, incluidas las de la Unión Europea, están preocupadas por los costos.
Algunos grupos de reflexión son optimistas por los acuerdos alcanzados en temas como la deforestación, la reducción del metano -un potente gas de efecto invernadero- y el hecho de que el borrador publicado el miércoles aborde la cuestión de la reducción de los combustibles fósiles. Otros señalan que los compromisos y los plazos no son suficientemente claros, sobre todo por parte de grandes contaminadores como China, India y Rusia.
El acuerdo entre Estados Unidos y China supuso un reconocimiento conjunto de la necesidad de intensificar los esfuerzos durante la próxima década para frenar el aumento de las temperaturas y nuevos compromisos de Pekín para reducir las emisiones y proteger los bosques.
Los compromisos concretos, fueron escasos en cifras, pero los observadores coinciden en la importancia de la cooperación entre las dos potencias mundiales, usualmente enfrentadas.
No es una producción propia, la fuente es el Diario La Gaceta (Tucuman, Argentina)

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